¿Qué ha aprendido el mundo con el caso africano con el ébola? Estas son las claves para que el aislamiento surta efecto.

EFE

En un reciente estudio publicado en Epidemiology and Infection sobre la aceptación de las comunidades a las cuarentenas por epidemias (caso ébola en África), se denota resultados que pueden enseñarnos sobre cómo afrontar esta difícil situación que ahora se vive en el planeta.

Los autores afirman, en primer lugar, que todos los estudios que se han hecho sobre las consecuencias psicológicas del aislamiento social son, en general, desagradables y cambian con el tiempo de duración del periodo de asilamiento, algunas de estas son: depresión, pesadillas, pensamientos catastróficos, comportamientos súbitos de agresión e ira, ansiedad y tensión, hipervigilancia, culpa, pensamientos negativos sobre sí mismo y sobre el mundo, pérdida de interés, y angustia por la preocupación por la pérdida de ingresos, entre otras.  

En contextos como el nuestro, con rituales y relaciones de contacto tan estrecho, el cambio en estas prácticas puede llevar a que aparezcan sentimientos de pérdida de sentido de la vida, pues nuestra identidad social la hemos construido en función de estas prácticas culturales.

Parece también, que la obligatoriedad del cumplimiento de una medida que implica la pérdida de control en el desplazamiento o la movilidad es percibido como una pérdida de libertad, lo cual genera sentimientos de molestia, inconformidad. Y parece claro como lo muestra la investigación de Kpanake y cols, que es necesario que los actores responsables de la política pública comprendan que la manera como estos confinamientos se pongan en marcha serán determinantes del éxito de los mismos.

Algunas de las conclusiones del estudio que podrían orientar lecciones para las acciones que empezamos a vivir y a la que estaremos abocados, son:

1. Las acciones pedagógicas deben ser focalizadas teniendo en cuenta las características de las poblaciones como la edad, el nivel educativo, la etnia, el género y la religión, entre otros; esto, resulta un elemento decisivo para buscar un compromiso voluntario de las comunidades.

2. Evidentemente, esto se puede lograr siempre y cuando condiciones mínimas de seguridad alimentaria y de atención en salud estén garantizadas.

3. El estudio también encontró que la confianza en las instituciones resulta determinante para buscar un compromiso con medidas como las cuarentenas; en especial las instituciones de salud, pero también las que aseguran la provisión de alimentos.

4. Comprometer a los líderes sociales, religiosos, culturales, políticos en las campañas es también un elemento que contribuye a construir compromiso solidario y voluntario con las cuarentenas.

Por otro lado, en esta misma dirección es necesario implicar a los medios de comunicación en dosificar los mensajes, ya que pueden sin quererlo promover el miedo y los aspectos negativos de la cuarentena. Los medios deben orientar sus esfuerzos en promover la difusión de mensajes que incentiven el desarrollo de rutinas de cuidado de la salud física y psicológica.

Es necesario implicar a los empresarios y al sistema financiero, pues estos deben sostener los ingresos, e incluso, debemos repensar los experimentos de renta mínima, para los más vulnerables.

Es posible que la historia de vivir un conflicto armado de larga duración, hoy por hoy, nos da una experiencia de saber vivir en situaciones de crisis, afrontarlas, buscar y construir salidas.

En definitiva, ante la inminencia de una cuarentena prolongada, lo mejor es acudir a la solidaridad, la compasión más que a la fuerza y el pánico, necesitamos que nuestra respuesta sea una construcción colectiva debemos promover la construcción de rituales individuales y colectivos de forma que todos nos sintamos comprometidos. Solo así la eficacia de las medidas que se tomen se podrá lograr.

Wilson López López
Profesor Titular Universidad Javeriana. Facultad de Psicología. Lider Grupo Lazos Sociales y Culturas de Paz. Correo electrónico: [email protected] Twitter: @WilsonLpez9