Con la medida se podrían conseguir entre $3 y 4 billones, pero sigue necesidad de hacerle cambios estructurales al sistema tributario, según dicen expertos.
En la aprobación en segundo debate del Presupuesto Genera de la Nación (PGN) de 2022 esta semana, luego de más de 12 horas de deliberaciones en el Congreso, quedó aprobado un artículo con el que el Gobierno podría recaudar dinero de cuentas bancarias inactivas, pero ¿eso qué significa para las finanzas públicas? ¿sería un alivio?
Según se lee en el artículo 78 del documento, “los saldos de las cuentas corrientes o de ahorro que hayan permanecido inactivas por un periodo mayor a un año y no superen el valor equivalente a 322 UVR serán transferidos por las entidades financieras tenedoras, a título de mutuo a la Nación – Ministerio de Hacienda y Crédito Público – Dirección General de Crédito Público y Tesoro Nacional, con el fin de financiar apropiaciones del Presupuesto General de la Nación”, apunta.
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Eso se traduce en que las cuentas con saldos de aproximadamente $92.000 entrarán a para financiar el PGN, que tiene un monto aprobado de $350,4 billones. Eso sí, esos recursos entrarían a la apropiación y la Nación se compromete a regresar el dinero, en caso de que sea solicitado.
Ese artículo se configura entonces como una medida adicional a las que ha venido implementando el Gobierno para sanear las finanzas públicas, empezando por las nuevas fuentes de recaudo planteadas en la reforma tributaria 4.0.
Forbes Colombia consultó con varios expertos para dimensionar los efectos de la medida y destacan que es una medida que ya se ha utilizado en otros momentos de escasez, como en la crisis de los 90.
De hecho, ya existe otra norma con la que el Gobierno puede solicitar la extinción de cuentas bancarias que lleven más de 3 años inactivas y con el PGN ese rango bajó a un año y empezará a regir desde el 2022.
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¿Es un alivio para las finanzas?
Para ponerle una foto a la situación de las finanzas públicas del país cabe recordar que para este año en el Marco Fiscal de Mediano Plazo calculan que el déficit fiscal del país cerraría en 8,6% del PIB, un dato superior al balance del 2020 (7,8% del PIB).
Ese déficit, que es la diferencia de los ingresos y los gastos del Gobierno, equivale a más de $90 billones y el hueco fiscal que ha calculado el Ministerio de Hacienda es de al menos $20 billones, de los cuales una gran parte se van a cubrir con lo recaudado con la reforma tributaria 4.0 que aportaría unos $15 billones.
Por otro lado, según unos datos preliminares que presentó el Ministerio de Hacienda en un debate en el Senado en el 2019, de esas cuentas bancarias inactivas la Nación podría recibir entre $3 y $4 billones. Eso sí, todavía no hay información clara del número de cuentas inactivas estarían en la mira de esta nueva norma.
Para María Fernanda Valdés, PhD en economía y coordinadora para la Friedrich Ebert Stiftung en Colombia, “en tiempos como los que estamos viviendo, con importantes necesidades fiscales, tener acceso a 3 o 4 billones anuales es una suma importante, para ponerlo en perspectiva, esta suma es cercana a lo que se recaudaba anualmente del desaparecido impuesto a la riqueza“, dice.
Por su parte, Andrés Giraldo, director del departamento de economía de la Universidad Javeriana, señala que la medida es razonable en la medida en la que pueden ser unos recursos que puede utilizar la Nación en momentos de crisis, como los actuales y que ha sido una alternativa que ya se ha implementado en otros momentos.
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“Por otro lado, lo que sí es peligroso lo que sucede con los cambios en la Ley de garantías, porque eso sí se podría prestar para corrupción”, resalta Giraldo, a propósito de otro cambio que quedó incluido en la Ley de presupuesto.
Por su parte, José Ignacio López, director ejecutivo de investigaciones económicas de Corficolombiana, recordó que ya hay un precedente a este artículo y es la Ley 1777 de 2016, con la que se pueden utilizar recursos de cuentas abandonadas en los últimos tres años.
Según resalta López, la medida no debería generar preocupación entre los usuarios porque es algo que ya se hace incluso en otros países. Sin embargo, esos recursos no son suficientes para lo que necesita el país para poderse financiar.
Lo que se viene para el próximo Gobierno
Como lo ha repetido en varias ocasiones el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, y como también quedó incluido en el Marco Fiscal de Mediano Plazo el próximo Gobierno tendrá que tramitar otra reforma tributaria, porque la que se aprobó finalmente este año no es suficiente.
“El próximo Gobierno deberá empezar su periodo con una reforma tributaria que le de recursos suficientes para poder financiar la recuperación sin tener que caer en medidas polémicas y extremas como las de quedarse con dinero de difuntos o enfermos. Esta reforma deberá ser altamente progresiva, deberá reducir significativamente el número de beneficios tributarios y deberá seguir progresando en la lucha contra la evasión y elusión”, apuntó Valdés.
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