En el último año, el sector turismo ha presentado una recuperación significativa, de hasta el 94%, en comparación con el 2019, el que ha sido hasta ahora uno de los mejores años para la industria en el país.
Por regla general, la sostenibilidad dejó de ser un tema secundario para volverse uno de los ejes centrales de los modelos de negocio hoy en día. Este requisito es transversal a todos los sectores de la economía, que no pueden obviar la importancia de mantenerse en el tiempo y de generar un impacto positivo en los espacios donde operan.
Es así que las industrias del turismo han buscado crear ofertas diferenciales, en las que primen la conservación del ambiente, la responsabilidad de los viajeros con los entornos y la vinculación de comunidades locales. Según asegura Gilberto Salcedo, vicepresidente de Turismo en ProColombia, esta apuesta ha sido clara en el país, donde rápidamente se alineó la hoja de ruta para el sector con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030.
Los avances y aprendizajes de quienes han trabajado en la promoción de esta concepción renovada de viajar fueron compartidos en el Primer Foro de Turismo Sostenible, un espacio creado por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y ProColombia, junto al Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
Una de las conclusiones claves de este encuentro es que el turismo tiene el potencial para apoyar el tránsito del país hacia una economía menos basada en la extracción y más centrada en el fortalecimiento de otros segmentos.
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Como resalta Salcedo, pensar la sostenibilidad de la industria no es solo fundamental como dinamizador de la economía, sino también como un vehículo para la construcción de paz, la inclusión social y la preservación cultural y medioambiental.
Y de cara a los viajeros, el tema se ha convertido en una urgencia, pues son cada vez más los turistas que buscan activamente propuestas más sostenibles. Así lo asegura el 71% de los encuestados en un informe de Booking.
Más allá del negocio
En el último año, el sector turismo ha presentado una recuperación significativa, de hasta el 94%, en comparación con el 2019, el que ha sido hasta ahora uno de los mejores años para la industria en el país.
Para mantenerse en esa senda, la promoción del turismo sostenible es un factor a explorar, en la medida que permita la consolidación de Colombia como un destino atractivo para más visitantes, en especial para los viajeros de alto gasto.
Sandra Valenzuela, CEO de WWF, destaca que el turismo de naturaleza en el país tiene una gran oportunidad, integrando tres elementos: biodiversidad, paz y sostenibilidad. Para la ejecutiva, todo el concepto se resume en realizar viajes con propósito, encontrar una conexión con el entorno y encausar la comprensión del territorio.
En ese sentido, Arturo Bravo, viceministro de Turismo, resalta que es clave que todos los actores del sector contribuyan en la concepción de ese turismo sostenible. Por su parte, el Gobierno centra sus esfuerzos en cinco ejes: la democratización del turismo, la transformación económica, las buenas prácticas de los empresarios, la comprensión de los territorios y la resiliencia.
“El proceso de consolidar al turismo como un sector que transforma la economía del país tiene que ser un trabajo de todos los que estamos vinculados a esta industria”, apunta Bravo.
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El trabajo empieza por casa
Uno de los objetivos que persiguen los distintos actores de la industria es que el actractivo turístico del país sea reconocido también por los locales. Si bien el interés de los extranjeros es un factor importante, el trabajo empieza por casa y es crucial para el sector trabajar en el fortalecimiento del turismo interno.
“Somos optimistas y pensamos que gran parte debe hacerse en fortalecer el turismo interno”, añadió el viceministro de Turismo de Colombia.
Hay experiencias que se están cimentando sobre el reconocimiento de la riqueza cultural y la biodiversidad del país, lo que implica una mayor apropiación del territorio y la potencialización de destinos que antes eran ocultos en el mapa.
Propuestas como las de Caguán Expeditions o el Centro Etnoturístico Achalay han demostrado cómo el turismo sostenible puede resignificar un lugar y a las comunidades que lo habitan, al tiempo que permite la reconciliación con la historia.
José Zambrano, del Centro Etnoturístico Achalay, cuenta que su inmersión en el turismo sostenible fue casi que accidental y se dio a partir del interés de los viajeros en su cultura, saberes, costumbres y cosmovisión. A través de esta actividad reconocieron la importancia de su comunidad y del lugar que ocupan. “Volver al territorio es volver a vivir”, concluye.