El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, aseguró que el déficit de FEPC será de $100 billones cuando se termine de cerrar. Dicha cifra valdría mas que el parque automotor de carga de Colombia, que llega a $83 billones.

No se puede negar que la caída de utilidades de Ecopetrol generó revuelo en todo el país, pues se desplomaron hasta 46,5% en comparación con el tercer trimestre del año pasado, dejando ganancias por solo $5,1 billones. Al respecto, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, detalló que la compañía está teniendo el movimento típico del ciclo económico actual, donde ya no hay un barril de petroleo por encima de US$100. Si bien eso impacta a los futuros dividendos e ingresos que recibe el Estado, también se debe tener en cuenta que la empresa vendio mas de 750.000 barrilles diarios, dato que el jefe de la cartera calificó como “representativo”.

Por ello, aclaró que la asamblea convocada para este mes, cuya fecha aún está por determinar, no está pensada para declarar dividendos, sino para plantear una modificacion en estatutos que vaya dirigida a convertir a Ecopetrol en una empresa de energía. “Esto significa que no solo piense en petróleo y gas, sino que empiece a incorporar procesos de energía solar, eólica e hidrógeno verde, además de que clarifique su papel en mercado eléctrico, pues hoy es dueño de parte clave de ISA. Necesitamos que se convierta en generadora”, sentenció.

Mientras todo esto ocurre, Bonilla tiene una tarea compleja entre manos con el gremio de transportadores, pues recalcó que “en alguna parte esta flotando la amenaza de paro camionero“. Al respecto, detalló su preocupación de que “esta mesa que propusimos para llegar a consensos con el tema de diésel comience con ese tipo de afirmaciones”.

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Al mismo tiempo, aclaró que nunca ha dicho que el parque automotor sea ilegal, rumor que surgió en las últimas semanas, sino que el déficit del fondo de estabilización de precios del combustible (FEPC) será de $100 billones cuando se termine de cerrar, cifra que vale más que el parque automotor de carga de Colombia, que llega a $83 billones y son “los que usan el combustible”.

A esto se le suma el incremento en la tarifa de los peajes a partir del próximo mes. Bonilla explicó que, al no haber hecho incremento normal este año, los peajes quedaron desfinanciandos con los procesos de mantenimiento de muchas vías en toda la nación. Si bien el gobierno puede recuperar o entregar recursos al sector público, no lo puede hacer con el sector privado, que son los que estan pidiendo esa medida.

“Ningun gremio puede decirle al gobierno que sus finanzas se afectan porque ha sido un incremento normal en la economía. No es el mejor instrumento que alguien empiece con chantajes cuando nosotros propusimos mesa. Necesitamos un proceso concertado. Uno no puede sentarse a una mesa con  conclusiones ya hechas”, dijo.

¿La culpa es de las tasas?

Durante el foro ‘¿Qué trae el 24 para Colombia y la región?’, organizado por BTG Pactual, el ministro recalcó que las elevadas tasas de interes son un problema para la economía, teniendo en cuenta que la inflación ha bajado a un ritmo más lento del esperado por culpa de los combustibles, factor complejo para el país cuando, junto a Ecuador y Bolivia, fueron los únicos países que congelaron sus precios durante la pandemia.

Eso hace más pesada la carga del FEPC, que con el costo de $100 billones cuando termine de cerrar en 2025 representaría hasta cinco tributarias. Más complejo aún si se observa que la previsión de este año tenía en mente un precio del petróleo a US$76, bastante lejana de los US$90 actuales “Este año tenemos déficit de $20 billones, $16 billones en gasolina y $4 en diésel. El incremento en precios de petroleo se comió la tributaria“, señaló.

Bonilla añadió que Colombia consume 12 millones de galones diarios de gasolina y diésel, mientras que hace 10 años eran solo seis. Cabe resaltar que hasta 40% de la gasolina y 20% del diésel que se consumen en el país son importados.

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Si bien la tasa de interés está evitando que la inflación baje lo suficientemente rapido, el jefe de la cartera económica sostuvo que “nadie espera que se dispare de nuevo”. Frente al dato de octubre, que se conocerá hoy, destacó que las perspectivas apuntan a una cifra de 10,5%, acercándose cada ve más a la proyección de 9,8% del Banco de la República para final de año. “Eso nos dejaría 300 puntos de diferencia frente a la tasa de intervención e implicaría revisar con mayor cuidado qué hacer en diciembre“, dijo.

En cuanto a 2024, el ministro espera que la inflación esté entre 4% y 5%, afirmando que la meta de 3% solo se logrará hasta 2025, tal como está sucediendo en varios paises del mundo. “Este año solo habría un ligero atisbo de baja, pero la verdadera reducción arrancará en 2024 y terminará en 2025”, agregó.

Con respecto al aumento del PIB, Bonilla comentó que lo que estamos viviendo es el aterrizaje forzoso de la pospandemia, destacando que se tocó fondo en el segundo trimestre de 2023 con un crecimiento de 0,3%. Para el tercer trimestre, cuyos datos llegarán en el transcurso de la semana, se espera que las perspectivas sean mejores, llevando así a las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, que apuntan a 1,4% y 1,5% del PIB para este año respectivamente. Por su parte, el ministro aseguró que su cartera “espera terminar en 1,8%”.

Otros asuntos

Bonilla se refirió a la controversia ligada a la reforma a la salud, cuya financiacion no esta clara debido a la falta de aval fiscal del Ministerio de Hacienda. Al respecto, comentó que “ya está listo para entregar y no hay motivo para que el Congreso presione“, pues nadie obliga a que lo entregue previamente, calificando los reclamos de la oposición como una presión indebida.

Los conceptos fiscales se pueden entregar hasta antes de que termine el debate, y tiene cuatro vueltas. Lo puedo entregar ahora o cuando pase a plenaria del Senado, simplemente porque el concepto fiscal solo se puede emitir contra algo que esté claramente definido. Mientras tanto es una proyeccion provisional de qué puede pasar, porque cuando cambia un artículo cambia todo. Por ahora, los costos generados por la reforma están dentro de lo previsto y no generan angustias fiscales”, aseveró.

En cuanto al salario minimo, el ministro aclaró que no ha empezado el proceso para determinar el incremento que tendrá en 2024. Además de mencionar que nunca ha habido techo para definir esta cifra, sostuvo que en promedio se ajusta al índice de precios al consumidor (IPC) más uno. “El salario subió 16% y la inflación cierra en 9,8%. No hubo perdida de poder adquisitivo, entnces es un antecedente a tener en cuenta. De ahi para arriba, el tena depende de la productividad”, concluyó.