El 80% de los encuestados en el 'Watermark Study' afirma que la responsabilidad de la conservación del agua recae en estas entidades.

La conservación del agua es un tema urgente en la agenda medioambiental del mundo, todavía más en Latinoamérica, una de las regiones más ricas en este recurso vital. En Bogotá ya se ha experimentado de cerca la preocupación por la disponibilidad del líquido, que se ha traducido en medidas para prevenir el desabastecimiento.

El reciente estudio Watermark 2024, elaborado por Ecolab, indica que a los latinoamericanos les importa la conservación del agua y ello se ve reflejado además en sus patrones de consumo. La investigación que se realizó en 15 países de mundo y contó con la participación de 26.000 personas, halló que para el 90% de los encuestados en América Latina el acceso al agua limpia es una de las preocupaciones más importantes.

Un 80% de los encuestados, además, afirma que la responsabilidad sobre la situación climática actual -que impacta en la conservación y disponibilidad del agua- recae sobre los gobiernos y empresas. Sin embargo, afirman que estas entidades no han asumido un rol activo para contrarrestar la situación. Este es especialmente el caso de Estados Unidos, Europa, Asia-Pacífico y América Latina, donde sólo entre el 42% y el 51% de los encuestados creen que estas entidades se preocupan por la conservación del agua.

Los consumidores también responsabilizan en mayor medida a determinados sectores de la reducción del consumo de agua. Desde su percepción, los sectores agrícolas (43%) y alimentario (42%) son los que más agua consumen. 

La mayoría de los encuestados en Latinoamérica (76%) considera que las empresas carecen de orientaciones claras y/o planes efectivos para combatir la escasez de agua, esto a pesar de los constantes proyectos y mensajes sobre cuidado del medio ambiente que estas promueven para cumplir con sus responsabilidades sociales y ambientales.

Los consumidores siguen demostrando su compromiso con la sostenibilidad a través de sus hábitos de compra: más del 60 % de los encuestados a nivel global estaría dispuesto a pagar entre un 1% y un 4% más por productos producidos de forma sostenible. Esto es más pronunciado en China (93%), India/Medio Oriente/África (IMEA) (86%) y América Latina (75%).

De igual manera, el 65% de los consumidores de todas las regiones también afirman que han dejado de comprar productos que utilizan cantidades excesivas de agua.

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