Los consumidores tienden a cambiar sus hábitos de compra para tener más coherencia con los valores que profesan; de ahí que crezca la tendencia a un consumo responsable.

Garantizar la producción y el consumo responsables es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, y se enfoca en un mejor aprovechamiento de los recursos disponibles, entendiendo que no son ilimitados. En las tendencias de consumo se está reflejando la creciente adopción de estilos de vida más alineados a estos propósitos.

Diversas investigaciones han mostrado que los consumidores pueden cambiar sus hábitos de compra para tener más coherencia con los valores que profesan. Es así que la conciencia ambiental se presenta como una de las tendencias en crecimiento en el consumo para 2025.

La división Worldpanel de Kantar Colombia proyectó las tendencias del consumo en el 2025 y señaló que este componente de sostenibilidad está entre las cuatro más relevantes para Colombia.

  • Discounters seguirán siendo protagonistas en el panorama del consumo. De acuerdo con la firma, pese a que en 2024 las tiendas de descuentos consiguieron su máximo nivel de penetración, su participación de mercado se ha mantenido en un 27%, por lo que se han consolidado como un actor clave en el mercado.
  • Omnicanalidad. Este 2025 será una oportunidad para una mayor adopción de la omnicanalidad, sobre todo en los consumidores más jóvenes, que muestran cierta preferencia por comprar a través de menos canales. La omnicanalidad ha tenido mayor acogida por los compradores mayores de 50 años.
  • Cadenas regionales. Estas cadenas continúan en su senda de crecimiento, con un incremento del 26% en valor respecto a 2023 y con 4,2 puntos porcentuales más de penetración en el mercado.
  • Concientización ambiental. De acuerdo con Kantar, los consumidores buscan ser cada vez más eco-amigables con sus decisiones de compra, lo que ha impulsado una mayor demanda de prácticas sostenibles y responsables en el mercado. Este año no será diferente, la conciencia ambiental se impondrá como un criterio de consumo, en un escenario de problemas críticos como el calentamiento global (16%), la escasez de agua (14%) y la contaminación del agua (12%) que inquietan a los colombianos.

De hecho, el Laboratorio de Consumo de Bain & Company arroja conclusiones similares, asociados a las transformaciones en el consumo impulsaldas por el internet, y asegura que entre las economías del futuro habrá mayor relevancia de esa responsabilidad con el ambiente.

“Las futuras economías de consumo están moldeando una nueva realidad que desafía las formas tradicionales de hacer negocios. Las empresas deben estar preparadas para evolucionar, adaptándose no sólo a las demandas del consumidor, sino también a los cambios sociales, económicos y tecnológicos que transformarán nuestra forma de vivir, trabajar y consumir. Es un momento clave para anticiparse a estos cambios y construir un futuro más resiliente e inclusivo”, dice al respecto Gustavo Fusoni, Socio de Bain & Company.

Entre esas economías del futuro se enlista una más consciente y lenta, en la que serán prioridad la sostenibilidad y el impacto ambiental. “Es una tendencia en alza que tiene implicaciones tanto para consumidores como para empresas, mostrando cómo los modelos de negocio deben evolucionar hacia un consumo más responsable”, señala el informe de Bain & Company.

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