En 2024, las siembras alcanzaron un récord histórico de 631,000 hectáreas, resultando en la mayor cosecha registrada en el país y una acumulación de inventarios .
Pese al acuerdo entre Gobierno y la Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz) para levantar el paro de los productores, el Consejo Nacional del Arroz, conformado por todos los actores de la cadena productiva, dijo que el sector enfrenta retos estructurales luego de una oferta sin precedentes y tres años consecutivos de incrementos en el área sembrada.
En 2024, las siembras alcanzaron un récord histórico de 631,000 hectáreas, resultando en la mayor cosecha registrada en el país y una acumulación de inventarios que, para diciembre de 2024, superaron en un 30% a los del 2023.
El motor de este crecimiento ha sido Casanare, cuya área sembrada ha aumentado en un 27% en los últimos dos años. Este incremento ha sido suficiente para abastecer buena parte del consumo del primer semestre del año, que dependía de la producción del Tolima y el Huila.
Según el Consejo, el arroz comprado a los agricultores representa el 86% del costo de producción. “Por lo tanto, cualquier aumento en su precio impacta directamente en el consumidor y en la inflación. En 2024 y lo que va del 2025, el arroz blanco ha contribuido a la reducción de la inflación en el país”.
Además, señala que el fenómeno no es exclusivo de Colombia, a nivel global el índice de precios del arroz de la FAO experimentó una caída del 28% entre febrero de 2024 y febrero de 2025, evidenciando una disminución generalizada de los precios internacionales.
En paralelo, el sector se enfrenta a un desafío clave: la desgravación arancelaria con Estados Unidos, que terminará en 2030 en el marco del Tratado de Libre Comercio (TLC).
Por ello, el Consejo advierte que de no implementarse los ajustes estructurales al sector, esta medida expondrá a la cadena a importaciones más competitivas.
Aunque en 2024 las importaciones representaron solo el 7% de la oferta de arroz en el país, con el avance del TLC, Colombia se podría ver más expuesta a las importaciones estadounidenses.
Estudios recientes sobre el sector han advertido sobre la urgencia de implementar reformas estructurales para hacer frente a este nuevo panorama.
Para ello, advierte que es crucial establecer una agenda de competitividad, aprovechando los recursos provenientes de las subastas de importación del TLC. “Hasta la fecha, estas subastas han generado ingresos por US$ 192.8 millones, distribuidos en partes iguales entre el sector arrocero estadounidense y Fedearroz”.
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