Según la ACP, Colombia tiene comprometidos apenas 70 pozos exploratorios entre 2026 y 2030. De no tomarse acciones, la exploración petrolera podría extinguirse al final de la década.
La Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP) publicó su informe anual “Tendencias de Inversión en Exploración y Producción de Petróleo y Gas en Colombia 2024 y Perspectivas 2025”, el cual advierte sobre una situación crítica para la seguridad energética y la sostenibilidad fiscal del país.
El informe, basado en datos oficiales y de empresas que representan el 95% de la producción nacional de petróleo y el 96% de la de gas natural, alerta sobre el declive en la actividad exploratoria, el deterioro del entorno operativo y la necesidad urgente de medidas que impulsen la inversión y la producción energética.
Según la ACP, Colombia tiene comprometidos apenas 70 pozos exploratorios entre 2026 y 2030. De no tomarse acciones, la exploración petrolera podría extinguirse al final de la década, dejando al país sin nuevos descubrimientos que renueven sus reservas.
Se proyecta que en 2025 la inversión en exploración caerá un 18%, tocando su punto más bajo en cuatro años, mientras que las reservas probadas de gas han disminuido un 57% en la última década.
Aunque la inversión en producción crecería un 15% en 2025, este repunte sería temporal si no se desarrollan nuevos proyectos. La producción de petróleo se mantendría alrededor de los 770 mil barriles diarios y la de gas caería a 905 millones de pies cúbicos diarios.
Sin embargo, el agotamiento natural de los campos y el aumento de costos operativos complican aún más el panorama.
“Hoy se requiere más inversión para producir la misma cantidad de petróleo, debido al agotamiento natural de los campos y la complejidad del entorno operativo, y, en gas, no estamos logrando aumentar la producción ni reponer las reservas, esto es un doble desafío para la autosuficiencia energética”, dijo Frank Pearl, presidente de la ACP.
En paralelo, el entorno social y fiscal se ha deteriorado. La conflictividad social aumentó un 151% en 2024, lo que ha dificultado el desarrollo de proyectos. Además, se proyecta un déficit fiscal de $40 billones como resultado de la caída en la producción petrolera y posibles alzas de hasta el 46% en las tarifas de gas ante la necesidad de importar.
Frente a esta situación, la ACP propone ocho líneas de acción: mejora en la viabilidad operativa, estabilidad jurídica y fiscal, impulso a proyectos de gas, eficiencia operativa, estímulo a la producción incremental, incorporación de nuevas fuentes de energía, mayor competitividad exploratoria y reactivación de yacimientos no convencionales.
Por revertir la situación, el gremio hizo un llamado al Gobierno, Congreso, autoridades locales y sector privado a construir colectivamente una hoja de ruta que garantice la seguridad energética, la estabilidad fiscal y el bienestar de los colombianos.
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