¿Cómo desde su liderazgo las mujeres están trabajando por abrir nuevos caminos a más mujeres? Tres líderes de diferentes sectores cuentan a Forbes cómo lo están haciendo desde su rol.
Más allá de inspirar a las mujeres, las tres líderes que participaron en uno de los paneles del Foro Mujeres Poderosas 2025, quieren ser referentes para quienes sueñan con llegar a la cabeza de grandes corporaciones, como es su caso.
Para Patricia Field, gerente de Novo Nordisk Colombia, la mejor forma de abrir camino a nuevas generaciones en una industria que ha sido históricamente masculina es haciendo las cosas diferente. “Para mí lo más importante del reconocimiento es la responsabilidad que viene con eso (…) El poder puede interpretarse de miles de maneras, para mí en este momento el poder es tener espacio para dejar un mensaje en las mujeres que vienen detrás, mostrarles que se puede hacer, cambiar las cosas”.
“El 80% de las personas que trabajan en salud son mujeres, pero de mil personas que se especializan solo 200 son mujeres”, agregó.
Por su parte Pilar Amorocho, gerente General de Sándwich Qbano, se refirió a la situación que vive el sector gastronómico, en donde la mayoría de las cocinas están llenas de mujeres trabajadoras, sin embargo, ellas son quienes menos representación tienen en puestos de alto nivel. “El primer problema que he encontrado es que muchas de nosotras no creemos ser capaces de poder escalar los niveles de la organización”.
Para Amorocho, el rol de las líderes debe estar en mostrarles a todos sus colaboradores, sin importar si son hombres o mujeres, tienen la capacidad de escalar y llegar a puestos de dirección. “No existe el equilibrio entre la vida familiar y la vida laboral, pero se puede lograr construir con éxito ambas cosas”.
Finalmente Verónica Vásquez, cofundadora de Reaceiplas, explicó cómo desde la insdustria del reciclaje empresas como la que lidera se han preocupado por dignificar oficios que no eran profesionalizados y que tienen a las mujeres como protagonistas. “Hemos abierto caminos para las mujeres dándoles educación, ayudándolas a capacitarse, entregándoles oportunidades para que puedan ser escuchadas, valoradas y vistas en una sociedad que las ha dejado de lado por años”.
“Hoy mi reto no es solo dejar de satanizar el plástico, sino usarlo como una herramienta para abrirles más oportunidades a las mujeres recicladoras que hoy no tienen un trabajo que las dignifique”.
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