Crecer suele implicar aumentar el tamaño de la empresa al mismo ritmo que crecen los costos, mientras escalar significa lograr un crecimiento donde los ingresos aumentan mucho más rápido que los gastos. ¿Qué papel juegan las franquicias?
En el mundo de los negocios, crecer no siempre equivale a escalar. Crecer suele implicar aumentar el tamaño de la empresa al mismo ritmo que crecen los costos, mientras escalar significa lograr un crecimiento donde los ingresos aumentan mucho más rápido que los gastos.
Esta diferencia es crucial: una empresa que aspira a internacionalizarse debe pensar en la escalabilidad desde el inicio. La escalabilidad es la capacidad de replicar el modelo de negocio en nuevas regiones manteniendo la eficiencia y la calidad. Sin ella, expandirse a otro país puede ser simplemente “más de lo mismo”, en vez de un verdadero salto exponencial.
Para lograr una expansión internacional exitosa, no basta con ambición; se necesita estrategia. Un elemento clave es evaluar la masa crítica mínima y la masa crítica potencial de cada mercado objetivo. La masa crítica mínima es el volumen básico necesario (en unidades) para que la operación en un nuevo país sea viable, mientras que la masa crítica potencial indica hasta dónde podría crecer el negocio en ese mercado. ¿Por qué entrar a un país donde nunca alcanzarás cierto volumen, o por qué ignorar uno donde el techo de crecimiento es alto? Las franquicias globales, por ejemplo, suelen buscar justamente eso en un destino: que ofrezca un alto nivel de escalabilidad de la marca y un gran potencial de mercado . Analizar estas métricas ayuda a priorizar mercados donde el potencial justifica la inversión y el esfuerzo de entrada.
En este contexto, el modelo de franquicia sobresale como una estrategia efectiva para escalar con menor riesgo. Al franquiciar, la empresa puede crecer más rápido, apalancándose en la inversión y el conocimiento local de socios franquiciados, todo ello con un riesgo operativo mucho menor al de abrir operaciones propias. A la vez, el franquiciador mantiene un férreo control de marca: los acuerdos de franquicia establecen estándares uniformes que aseguran una experiencia consistente para el cliente en cualquier país. En resumen, la franquicia permite expandirse internacionalmente aprovechando lo mejor de dos mundos: el empuje de emprendedores locales y la guía estratégica de la casa matriz. Es un crecimiento acelerado, pero con la brújula bien calibrada.
Al final del día, cada empresa debe preguntarse si está simplemente creciendo o verdaderamente escalando con estrategia. La respuesta a esa pregunta determinará su capacidad para conquistar nuevos mercados. Entonces, ¿está su negocio listo para dar ese salto inteligente hacia la expansión internacional?
Por: Sebastián Mejía*
*El autor es vicepresidente Internacional de Juan Valdez.
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