Meta intentará recuperar terreno en la carrera de la inteligencia artificial con una inversión sin precedentes en Scale AI y la incorporación de Alexandr Wang para liderar un nuevo laboratorio de superinteligencia.

Meta Platforms ha acordado comprar una participación del 49% en Scale AI Inc. por US$14.800 millones, reportó The Information citando personas familiarizadas con el asunto.

Esta sería una de las inversiones más grandes de Meta desde que adquirió WhatsApp en 2014 y señala una gran apuesta estratégica hacia una integración profunda con uno de los principales proveedores de datos para IA.

Fundada en 2016, Scale AI, con sede en San Francisco, se ha convertido en un actor clave en la infraestructura de la era de la IA generativa, ofreciendo conjuntos de datos curados para entrenar modelos de empresas como OpenAI, Google, Microsoft… y la propia Meta.

Sus servicios sustentan desde el perfeccionamiento de chatbots hasta aplicaciones de seguridad nacional en Estados Unidos. En los últimos meses, la compañía ha comenzado a contratar contratistas altamente especializados en áreas como biología y defensa, ampliando su presencia más allá de los “talleres digitales” que marcaron sus inicios.

El acuerdo, que podría anunciarse pronto, llevaría al fundador y CEO de Scale AI, Alexandr Wang, a las filas ejecutivas de Meta. Se espera que Wang lidere un nuevo laboratorio de “superinteligencia” dentro de la compañía, en una jugada que, según fuentes internas, refleja la creciente urgencia del CEO Mark Zuckerberg por cerrar la brecha de percepción con líderes consolidados de la IA como OpenAI y Anthropic.

Meta, Scale AI y los inversionistas de la startup, incluidos Accel, Index Ventures, Founders Fund y Greenoaks, declinaron hacer comentarios sobre el acuerdo pendiente.

Al optar por una participación minoritaria significativa en lugar de una adquisición total, Meta parece seguir el ejemplo de rivales como Microsoft y Google, que han evitado compras completas de startups de IA en favor de asociaciones estratégicas. El movimiento también parece estar diseñado para evitar fricciones regulatorias.

Meta sigue bajo el escrutinio de la Comisión Federal de Comercio (FTC) de EE. UU., que continúa con su demanda contra adquisiciones anteriores como Instagram y WhatsApp, a pesar de los intentos de cabildeo por parte de Zuckerberg.

Expertos en competencia señalan que la FTC podría actuar con cautela en torno a acuerdos relacionados con IA, especialmente a la luz de recientes declaraciones de la agencia advirtiendo sobre una sobrerregulación que podría reforzar el dominio de las grandes tecnológicas. Aun así, el tamaño y el momento de la inversión en Scale AI, en medio del impulso más amplio de Meta por contratos de defensa e infraestructura de IA, probablemente generen un análisis más riguroso.

Internamente, Meta ha experimentado una alta rotación en su división de IA. Joelle Pineau, quien lideró durante ocho años el laboratorio de investigación de IA de la compañía, se retiró a comienzos de este año en medio de una reestructuración que dividió los equipos de IA generativa. Su salida siguió a reportes sobre insatisfacción interna y desafíos en el rendimiento de los modelos más recientes de Meta.

En abril, Meta pospuso el lanzamiento de su ambicioso modelo de IA llamado “Behemoth” tras dudas internas sobre su desempeño. La compañía también fue criticada por intentar manipular las clasificaciones de la popular plataforma de evaluación LMArena. Mientras tanto, su aplicación de asistente de IA, promocionada extensamente por Zuckerberg en entrevistas, ha tenido una acogida tibia por parte de los usuarios.

La llegada de Wang, una estrella en ascenso en la industria, conocido tanto por su dominio técnico como por su capacidad de ejecución empresarial, es una señal clara de que Meta está lista para redoblar esfuerzos tanto en investigación como en despliegue. Es alguien que comprende tanto la ingeniería detrás de la IA como su estrategia comercial.

La alianza va más allá del talento. Meta ha sido cliente de Scale AI durante años, y fuentes indican que el acuerdo incluye planes para ampliar su uso de la infraestructura de etiquetado de datos de la startup. Esto permitiría agilizar los esfuerzos de Meta para entrenar nuevos modelos fundacionales, especialmente tras la recepción tibia que tuvo Llama 4 a principios de este año.

La colaboración entre ambas empresas no es completamente nueva. En noviembre, Meta y Scale AI desarrollaron en conjunto “Defense Llama”, una versión personalizada del modelo Llama de código abierto de Meta, diseñada para misiones de seguridad nacional de EE. UU.

El crecimiento de Scale AI ha sido meteórico. Con una valoración de US$14.000 millones en una ronda de inversión del año pasado, la empresa firmó recientemente uno de los contratos de arrendamiento más grandes en San Francisco, ocupando 180.000 pies cuadrados en un edificio antes utilizado por Airbnb. En marzo, aseguró un contrato multimillonario con el Departamento de Defensa, consolidando su lugar en la intersección entre la IA comercial y estratégica.

Para Zuckerberg, la inversión en Scale AI puede no estar pensada como un retorno inmediato, sino como una apuesta de largo plazo. Si Wang logra un avance en superinteligencia, entendida como una IA que supere a los humanos en la mayoría de las tareas, Meta podría recuperar la narrativa que ha perdido frente a OpenAI y otros competidores.