Martín Fonseca, CEO de Agybo, contó a Forbes los planes de la marca de ropa, que dice haber aumentado en un 60% sus ventas en el último año.

Agybo, la marca de moda nacida en plena pandemia bajo las siglas de “Amor, Gratitud y Buena Onda”, dice haberse enfrentado al entorno económico local con apuestas decididas.

Liderada por Martín Fonseca, hermano del cantante Fonseca y cofundada con los músicos Juanes y Karen Martínez, la empresa aumentó sus ventas en un 60% en el último año, impulsada por el fortalecimiento de su canal físico, una comunidad digital sólida y un enfoque de crecimiento con propósito.

“2024 fue un año para cumplir sueños”, dice Martín Fonseca, CEO de Agybo, en entrevista con Forbes. Agybo abrió su primer flagship store en Bogotá, capital donde han cultivado una base fiel de clientes.

La apuesta por el retail propio marca un giro estratégico para una marca que hasta ahora se había movido entre pop-ups temporales y el e-commerce.

Foto: Agybo.

“El punto físico no solo es una tienda, es un espacio donde se vive el ADN de la marca: desde el olor hasta los muebles”, afirma.

La expansión vino acompañada de visibilidad: la marca debutó en Colombiamoda con su propia pasarela, cerrando una de las jornadas con una presentación que mezcló moda, música y arte. Fue, en palabras del CEO, “uno de los hitos más importantes en la historia de Agybo”.

La fórmula ha sido mantener una conexión emocional con su comunidad, especialmente entre jóvenes de la Generación Z. Su “Love Gang”, como la llama Martín Fonseca, participa activamente en la estrategia de fidelización de la marca: tiene acceso a lanzamientos anticipados, contenido exclusivo en “Close Friends” de Instagram y dinámicas que refuerzan el sentido de pertenencia.

El resultado: más del 50% de los clientes regresan a comprar, superando ampliamente el promedio de la industria de e-commerce, que suele estar entre 25% y 30%.

En paralelo, la marca ha sido selectiva con sus colaboraciones. En 2024, uno de sus lanzamientos más comentados fue el lanzamiento de un hoodie de edición limitada con el artista Simón Grossmann, aprovechando su paso por el festival Cordillera. “Fue un éxito total, hicimos sold out en días”, señala Martín Fonseca.

Pero Agybo no quiere quedarse solo en Colombia. Para 2025, la marca apunta a internacionalizarse y escalar su presencia física en el país. Además, se prepara para lanzar su colección más ambiciosa hasta el momento, acompañada por un video con storytelling, el primero de su tipo para la compañía, como parte de un reposicionamiento de marca en términos audiovisuales y narrativos.

Todo esto sin traicionar su enfoque slow fashion: producción limitada, tejido de punto como tendencia central y rechazo al modelo de sobreproducción que domina gran parte de la industria. “Queremos exclusividad sin generar desperdicio. Queremos comunidad más que clientes”, resume Martín Fonseca.

Mientras muchas marcas batallan con inflación, incertidumbre económica y saturación de productos, Agybo parece haber encontrado una ruta diferente: crecer con alma, conectar con propósito y llevar buena onda más allá de la ropa.