Djokovic dijo después de la decisión que estaba extremadamente decepcionado porque significaba que no podía participar en el Australia Open que comienza oficialmente el lunes.
Para Serbia, Djokovic es un "chivo expiatorio" en un asunto que los políticos australianos tratan de aprovechar para recuperar el apoyo perdido por los largos confinamientos contra la covid que han frustrado a la población.
Djokovic indicó en sus formularios de viaje que no había viajado a ningún lado en los 14 días previos a su llegada a Melbourne, a pesar de haber pasado por España para año nuevo.
El Gobierno australiano advirtió que aún podría forzar su expulsión. La familia del tenista indicó que este es el triunfo más importante de su carrera.
De esta forma, los defensores del deportista justifican la exención médica para ingresar a territorio australiano. Sabiéndose contagiado, Djokovic igual participó en actos públicos en Serbia.
"Él es una persona mayor de edad que toma sus propias decisiones y que tiene que pagar las consecuencias de esas decisiones", dijo el tenista refiriéndose a la decisión de su colega de no vacunarse, que derivó en la cancelación de su visa para ingresar a Australia.
Al tenista, que se le había concedido una exención médica para ingresar al país sin estar vacunado, le fue revocada su visa por "no cumplir con los requerimientos de entrada a Australia".