Los beneficios de las cajas de compensación van desde subsidios condicionados hasta compra de carteras

Estar afiliado a una caja de compensación familiar es un derecho de todos los trabajadores en nuestro país, que le garantiza ciertos beneficios. En el momento de la firma de contrato su empleador seguramente le informó cuál de las 43 que existen en el territorio colombiano era a la que estaría vinculado.

Estas organizaciones cuentan con cobertura en los 32 departamentos y los 992 municipios. Y, en términos generales, su misión es contribuir a mejorar la calidad de vida de los trabajadores gracias a las inversiones del 4% de los aportes de seguridad social que pagan los empleadores sobre el salario de sus empleados.

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Según la Asociación Nacional de Cajas de Compensación Familiar (Asocajas), actualmente hay alrededor de 9,7 millones de trabajadores vinculados a este tipo de entidades y unos 11,4 millones de familiares que se benefician de manera adicional. Sin embargo, no todos sacan el máximo provecho de los servicios que estas ofrecen. Por eso acá le presentamos algunas de las alternativas a las que puede acceder cumpliendo con requisitos sencillos.

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1. Subsidios para menores de 18 años:

Los trabajadores que devenguen menos de 4 salarios mínimos y tengan a cargo padres, hermanos, o hijos menores de 18 años o con alguna discapacidad, podrán recibir una asignación mensual por cada uno de ellos de hasta $50.861. El dinero es consignado a la tarjeta de afiliación del empleado y puede ser usado en supermercados de la caja de compensación o retirado en efectivo.

Los requisitos para solicitar este subsidio son:
– Copia del documento del trabajador y su cónyuge.
– Copia del registro civil de nacimiento de los hijos o hijastros.
– Formulario de inscripción diligenciado.
– Certificado de escolaridad o boletín de calificaciones vigente.
– Certificado laboral del cónyuge, que indique el salario y si recibe o no un subsidio monetario por hijos.

2. Seguro de desempleo

Todo afiliado a una caja de compensación familiar que en algún momento se quede sin trabajo puede solicitar un subsidio que le permitirá continuar recibiendo por al menos seis meses más el pago de los aportes de salud y pensión sobre un salario mínimo legal vigente, además de un bono de alimentación y una cuota monetaria. La entrega de este auxilio tiene como requisito principal que el afiliado asista a jornadas de acompañamiento y asesoría de búsqueda de empleo de la mano de profesionales vinculados a la caja de compensación.

3. Compra de cartera y créditos:

Una alternativa para evadir las altas tasas de intereses de algunas entidades bancarias puede ser solicitar el crédito de consumo, vivienda o educación que necesita a través de su caja de compensación. De hecho, si ya adquirió una deuda con un banco también puede optar por la compra de cartera de ese compromiso y reducir la carga de sus gastos mensuales. Algunas de estas entidades incluso cuentan con una línea de tarjetas de crédito de las que podría beneficiarse.

4. Subsidio de vivienda:

Los trabajadores que tengan un hogar constituido y devenguen menos de 4 salarios mínimos mensuales legales vigentes pueden ser favorecidos con un subsidio para comprar, construir o mejorar su vivienda. Se trata de un monto que se otorga solo una vez y que tiene como requisito que el inmueble no tenga un costo superior a los 135 salarios mínimos.

Los requisitos para acceder a este subsidio son:
– Tener ingresos iguales o inferiores a 4 salarios mínimos.
-No ser propietario de vivienda (excepto si el auxilio se solicita para mejorar un sitio propio).
– Tener ahorro o capacidad de crédito.
– No haber sido beneficiado antes con este tipo de subsidio.
– Diligenciar el formulario de la caja de compensación.

5. Servicios de turismo y deporte:

La mayoría de las cajas de compensación cuentan con sedes recreativas a las que los afiliados pueden asistir para acceder a servicios de piscina, áreas sociales, juegos infantiles, entre otros. Lo que muchos empleados no saben es que, además, las entidades cuentan con una amplia oferta de actividades deportivas, culturales y de formación académica.

A esto se suma el acceso a hoteles y lugares de descanso (propios o con alianzas) de los que los afiliados pueden beneficiarse de manera exclusiva y a tarifas, la mayoría de veces, más bajas.