Freddy Vega habló con Forbes Colombia sobre, en su criterio, qué viene para la educación y para la plataforma.
El colombiano Freddy Vega, cofundador y CEO de Platzi, habla con Forbes Colombia desde San Francisco (Estados Unidos), sobre los nuevos rumbos que tendrá la empresa de educación; qué ‘mezcla’ hacen para sacar al mercado un curso y el futuro de la educación. También, si ve alguna relación entre el ya advertido bajonazo de las matrículas de las universidades con la penetración de empresas que ofrecen cursos por Internet.
¿Cuál es el paso siguiente para Platzi?
En este momento, Platzi es la escuela de tecnología más grande del mundo hispano. Más de un millón de estudiantes han pasado por Platzi. Nuestro objetivo es llegar a Brasil. Estamos en ese país hace un par de meses y queremos que en los próximos dos años Brasil se vuelva uno de los tres principales mercados que tengamos. Sin embargo, ya tenemos estudiantes en 20 países distintos.
¿Cómo va la entrada a Brasil?
Nosotros creamos contenido para todos los países. El contenido que la gente toma en España es el mismo que la gente toma en Colombia o en México, mientras que en Brasil hay que crear contenido especializado. Entonces lo que estamos haciendo es crear una base de cursos con profesores de la región que nos permitan llegar a donde queremos. Contratamos a un ex emprendedor de Y Combinator, que se llama Helton Souza. Él es nuestro director de Platzi para Brasil. De esa manera estamos tratando de apostarle duro a expandirnos a un país que, cuando uno mira el tamaño de esa economía, es del tamaño de toda Latinoamérica combinada.
¿Qué criterios tiene Platzi para sacar un curso al mercado?
El ciento por ciento de los cursos creados por Platzi se deciden a través de ciencia de datos. Nosotros tenemos un sistema interno en el que acumulamos señales de diferentes fuentes: tenemos lo que los estudiantes quieren, lo que el mercado está buscando, las ofertas laborales y las tendencias en tecnología. Hace algunos años no había ofertas de inteligencia artificial en Colombia y ahora hay un montón.
Una tendencia que estamos viendo en este momento completamente aparte de la programación, es la necesidad de la gente de aprender a hacer edición profesional de video. Se está volviendo una gran demanda por el nivel de inversión que múltiples estudios están haciendo en nuestros países. Vemos tendencias también en programación, diseño, marketing, producción audiovisual y videojuegos. Platzi trabaja con muchas de las grandes empresas de Latinoamérica y Colombia. Y los profesores son celebridades
¿Como hacer viable un curso?
El curso con menos estudiante que hemos lanzado ha tenido 3.000 estudiantes. En general cuando lanzamos un curso ya sabemos que el curso tendrá una demanda garantizada. Lo que sí puede pasar es que nos tome varias interacciones para generar la versión ideal del curso. En el momento que vemos que podemos mejorar algo o cambiar algo lo cambiamos inmediatamente y eso hace que siempre nuestros cursos estén actualizados.
Las universidades se quejan de que se les ha bajado la matrícula. ¿Es posible pensar que las universidades no se han adaptado a nuevas maneras de enseñanza y de aprender? ¿Cuál es el futuro de las universidades y de sus diplomas?
Yo creo que uno no debería pensar en universidades Vs. Platzi Vs. tema de mercado. Primero hay que entender que las universidades en general son un privilegio para la gente, muy pocas personas pueden darse el lujo de por cinco años no trabajar para estudiar al 100 por ciento en algo.
Yo siento que las universidades siempre van a tener un lugar porque son de las instituciones más viejas de la historia humana y su labor principal es hacer investigación, crear conocimiento y lograr tener estudiantes cuyo objetivo sea ese avanzar el conocimiento humano. Pero cuando hablamos de formación profesional, la formación profesional en tecnología es algo que cambió hace mucho tiempo. En este momento es mucho más eficiente primero aprender a crear cosas y luego continuar de manera constante mejorando tu conocimiento. Es poco probable que una persona que triunfe en tecnología pare de aprender o que solamente se quede con algo muy pequeño que aprendió en su segmento de su vida.
¿Cómo se podría plantear el futuro de la educación?
Creo que si una persona puede ir a la universidad, debería ir a la universidad porque las personas que se pueden dar el lujo de no trabajar por 5 años son muy pocas. Así que si uno nació en la familia que tiene condiciones para hacerlo. También creo que el bajón de matrículas que estamos viendo tiene que ver porque ya no es tan necesario tener un diploma universitario porque se necesita para tres cosas, para conseguir una visa de trabajo, para trabajar en gobiernos o en bancos, y para trabajar en la universidad. Por lo menos en carreras que tienen que ver con tecnología, no se necesita. Lo que uno necesita es demostrar talento y se demuestra talento con proyectos personales y hacer proyectos personales es gratis.
Para los próximos 3 años en toda Latinoamérica se necesitan 3 millones de desarrolladores de software. En este momento solo hay un millón. Cuando uno busca en las universidades ellos gradúan 100.000 al año, no vamos a lograr reducir la brecha que existe. Cuando uno le agrega no solamente la demanda latinoamericana sino también la explosión de trabajo remoto para otros países la cosa se pone aún más interesante. Al final del día lo que depende es el nivel del individuo.
¿Qué piensa del desarrollo que ha tenido de la llamada economía naranja?
Yo no pienso mucho en la palabra naranja. Pienso más en economía digital y creativa. Voy a hablar específicamente de la economía que más me compete, que es la digital. He visto constantemente que países que triunfan, son países que invierten en educación tecnológica. Internet es un igualador de condiciones y la tecnología hace que lo único que hay que hacer es invertir en la gente, invertir en el talento humano. Si mañana Colombia tuviera un millón de desarrolladores nuevos, en 5 años la economía cambia, en cinco años dejamos de ser un país que se base en recursos naturales y de manufactura y nos volvemos una economía que realmente aproveche el talento humano.