Chrystel Monthean, directora regional para Latinoamérica de Yara, explicó como se está enfocando el plan de crecimiento de la compañía.
Chrystel Monthean, directora Regional para Latinoamérica de Yara. Foto: Yara.
En la última década la compañía noruega de fertilizantes Yara ha estado de compras por América Latina, entre las que se destacan la adquisición de Vale Cubatão por US$255 millones en Brasil y la transacción de US$425 millones con OFD Holding, que incluyó a Omagro en México, Abocol en Colombia y Misti en Perú.
Empresas como Yara y otras como Bayer, a través de su división de Crop Science –de la que ahora hace parte Monsanto-, se están apropiando de uno de los mayores desafíos para los próximos años: garantizar la alimentación de las 9.700 millones de personas que según la Organización de las Naciones Unidas habitarán en el mundo hacia 2050.
Chrystel Monthean, directora regional para Latinoamérica (excepto Brasil) de Yara le dijo a Forbes que se están perdiendo cuatro hectáreas de tierras de cultivo por minuto en el planeta y que hoy existe acceso a nuevas tecnologías de fertilización para afrontar esta realidad, obteniendo nutrición de cultivos que permita mejorar productividad y calidad de la cosecha con fuentes de nitrógeno “más eficientes” y “amigables” con el medio ambiente.
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Del plan de crecimiento en este hemisferio sostiene que la multinacional ha confirmado los potenciales de la región cumpliendo sus metas con los pequeños y grandes productores, aunque los últimos años han sido “desafiantes” en el mercado de fertilizantes.
Hace un tiempo Yara decidió basar su hub regional en Bogotá y fortalecer su operación local con una planta de producción en Cartagena y una de las terminales de fertilizantes más grandes y modernas de la región, en Yotoco (Valle del Cauca). De hecho en Colombia tienen mayor participación de mercado a la que tienen en países como México o Argentina.
“Tenemos una estrategia clara de promover mejores prácticas de nutrición en el agro colombiano, lo cual trae muchos beneficios para el agricultor, como para la cadena de alimentos, quien luego procesa y/o vende esos cultivos”, distinguió Monthean.
La agricultura digital es una de las áreas con la que aspiran a seguir consolidándose en el mercado con soluciones para optimizar prácticas agrícolas aumentando rendimientos y generando ingresos de forma sostenible. En Argentina y México lanzaron Atfarm, una plataforma que utiliza algoritmos para analizar imágenes satelitales y optimizar la fertilización y que están usando cerca de 24.000 agricultores en 1.400.000 hectáreas.
También tienen una nueva plataforma analítica de fertilización, que ya está en Argentina, para cultivos de maíz, trigo y cebada, que ayuda a procesar y generar recomendaciones basadas en un análisis de suelo. Según Yara, estas recomendaciones permiten mayor productividad y calidad para los agricultores, mientras que la plataforma busca impactar cerca de 50.000 hectáreas para grandes productores.
De otra parte, esta firma está detrás del Yara Birkeland, que promete ser el primer barco autónomo y con cero emisiones del mundo, con el que planea transportar sus fertilizantes.
“Como en cualquier proyecto innovador, hemos tenido que enfrentar algunos desafíos en los que estamos trabajando con nuestros socios del proyecto. Nuestro foco ahora es resolver algunas dificultades en las especificaciones técnicas y la clasificación del barco, para avanzar con mayor agilidad en su desarrollo. Nuestro nivel de ambición permanece intacto”, puntualizó Monthean.
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