Esta historia está en una nueva edición de la revista de Forbes Colombia que empieza a circular esta semana en las principales ciudades del país.

Esta historia está en una nueva edición de la revista de Forbes Colombia que empieza a circular esta semana en las principales ciudades del país.

Al sistema financiero colombiano llegan nuevos actores que quieren aprovechar el empuje de los nacientes negocios virtuales como las fintech para lanzarse al agua y que ponen a prueba no solo al consumidor sino a los bancos tradicionales.

Esta semana, la Superintendencia Financiera, en cabeza de Jorge Castaño, emitió una resolución en la que da vía libre a la operación de Lulo Bank y se convierte así en el primer neobanco que entrará a funcionar en Colombia.

El modelo de los llamados neobancos, que son bien conocidos en Brasil y en México, por ejemplo, son entidades financieras que no tienen oficinas, su músculo de datos está en la nube y la relación con el cliente es todo por medios electrónicos, usando, por ejemplo, métodos de identificación como los biométricos o el reconocimiento de voz.

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La solicitud de operación fue de la familia Gilinski, propietaria de Lulo Bank, que desde 2018 ha hecho público su plan de enfocarse en la tecnología en todas sus líneas de negocio. Sin embargo, su neobanco no será parte del GNB Sudameris, su banca tradicional. Esto le permitirá además ser la primera plataforma que no está ligada a un gran banco, como es el caso de Nequi y Bancolombia o Davivienda y su Daviplata.

La licencia otorgada por la Superintendencia Financiera tiene otra novedad: se tardaron solo dos meses en aprobar la creación de esta entidad. Los Gilinski presentaron su solicitud el 20 de noviembre de 2019, el concepto positivo de la Superfinanciera estuvo listo después del 20 de enero del presente año y la resolución se firmó esta semana.

Benjamin Gilinski está encargado de la estrategia digital de Lulo Bank, Fotografía tomada en 2015. Cortesía El Tiempo

Lulo Bank, cuyo capital inicial es de 100.000 millones de pesos, le abrirá el terreno a otro neobanco que está también en proceso de aprobación ante la Superintendencia Financiera.

Este banco virtual entrará con pequeños depósitos y créditos en la primera fase. En el caso de los préstamos, tendrá que ceñirse a las normas regulatorias nacionales, como no superar con su tasa de interés a la tasa de usura.

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Para que Lulo Bank puede operar en el país, la Superintendencia Financiera ha avanzado en los últimos dos años en circulares que les está abriendo paso a este tipo de iniciativas. Por nombrar algunas como el marco regulatorio para que el sistema financiero pueda manejar datos en la nube, ciberseguridad y uso biométrico.

Los últimos movimientos de Gilinski

Durante 2019, el Grupo Gilinski realizó varias compras estratégicas en la región, la mayoría de ellas en el sector financiero.

El primer anuncio se dio en los últimos días de enero, cuando se conoció de su compra por la mita de las acciones del Grupo Semana y una inyección de capital estimada en dos millones de dólares para modernización tecnológica y construir un medio digital bajo la sombrilla de Semana.

Ya en agosto, la familia Gilinski reveló que había efectuado su opción de compra sobre la participación que tenía el banco español Sabadell de 4,99 % en el GNB Sudameris en Colombia. La operación le costó cerca de 60 millones de dólares.

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En el mismo mes, el holding también anunció que compraría al BBVA Paraguay, una transacción que alcanzó los 270 millones de dólares, y que le permitió fusionar a la entidad con el GNB Paraguay, lo que le permitió crear uno de los bancos más grandes de dicho país con activos calculados en 3.300 millones de dólares.

El GNB Paraguay también sería el primer banco en depósitos de ese país, con un monto que los expertos calculan en 2.750 millones de dólares.

Ya en los primeros días de noviembre, el Grupo Gilinski confirmó la compra de 66,73 % del FirstCaribbean Bank por un total de 797 millones de dólares.

Apenas 20 días después, el grupo también compró 4,28 % del Metro Bank, operación que le permitió convertirse en el mayor accionista del banco que opera en Reino Unido.