Mediante un proceso con un valor de 300 dólares, Jaime Andrés Pérez monitorea con precisión la calidad del agua en comunidades colombianas. Aquí su historia:

Su proyecto sobre la calidad del agua mediante una sonda creada a través de impresoras 3D, le valió al ingeniero físico de la Universidad Tecnológica de Pereira, Jaime Andrés Pérez Taborda, el premio del Visionario del Año 2019 por parte de la iniciativa de los 35 innovadores de menos de 35 años por parte del MIT.

Pérez Taborda fue distinguido por su proyecto de colaboración ciudadana para monitorear la calidad de agua en comunidades remotas con tecnologías accesibles y no contaminantes.

Esta iniciativa permitirá empoderar a las comunidades para que puedan generar datos en tiempo real sobre la calidad de su agua y puedan exigir a empresas privadas e instituciones gubernamentales que se responsabilicen de sus desechos contaminantes.

“Nuestro proyecto es diferente a los demás. Es un proyecto comunitario, por lo que de entrada el paradigma que se rompe es que nuestra intención no es generar, sino que éste sea escalable de forma sostenible”, destaca en entrevista para Forbes.

El investigador señala que el proyecto inició hace 10 años de una manera muy interesante, ya que comenzó en la Facultad de Economía de la universidad junto con la Facultad de Ingenierías.

El proyecto comenzó a través de un ejercicio académico mediante una teoría de juegos con números, dando un valor al agua dentro de las comunidades.

“Las comunidades son muy porpositivas por lo que se dio la importancia de medir el agua, en ese momento el proyecto comenzó a escalar desde el punto de vista de las ingenierías.

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“Hemos tenido gran éxito en comunidades de la amazonía colombiana a través del pueblo indígena ticuna. Además, el proyecto va encontra de un grave problema como es el uso de la minería ilegal.

Estas comunidades consideran que sus vidas han empeorado porque el agua es contaminada por metales pesados. Estos pueblos han tenido que suspender comidas a base de peces de la región de la amazonas por el mal estado del agua.

Sondas 3D y apps para el monitoreo

Jaime Andrés explica que para monitorear el agua su equipo usa una sonda para medir el agua, la cual se crea mediante impresoras 3D colombianas, mientras que los compuestos electrónicos son importados. La app y el software del programa son de origen nacional, destaca el investigador.

“El proyecto desde el punto de vista tecnologíco se compone por una sonda que es elaborada mediante una impresora 3D, el propósito del programa es que las comunidades la codiseñen, o en otras comunidades se han utilizado tarros compuestos con materiales electrónicos”.

La sonda o el tarro está conectada a una plataforma que está dentro de la Universidad de los Andes. Además, estos tienen sensores de ph, temperatura, condución electrica y medien los metales pesados como el cadmio. La medición del agua se ve mendiante una app que puede estar en un smartphone.

Una solución de alrededor de 300 dólares

El ingeniero físico de la Universidad Tecnológica de Pereira señala que el costo del proyecto para monitorear la calidad del agua depende de la comunidad y de sus necesidades.

El costo de todo el proceso puede ser de 300 dólares, mientras que una sonda comercial puede llegar a costar entre 15.000 dólares y 30.000 dólares si es para medir el impacto de los metales pesados.

“Algunas comunidades cercanas a Bogotá solo quieren la conductividad térmica y otros buscan el impacto de los metales pesados”, explica.

Pérez Taborda detalla que han participado con siete comunidades colombianas entre urbanas y rurales. “Hay un equipo humano, así como fondeadoras para impulsar los proyectos. Hay comunidades que tienen retos debido a los metales pesados o otras respecto a que ha aumentado el nivel del ph, dependiente de ello se ha fondeado mediante la universidad y apoyos del extranjero”, puntualiza.