El ministro Carrasquilla insistió en que el país necesita un pacto que le permita aumentar su recaudo para responder demandas sociales

Para el ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla no es de sorprender que, después del pago de impuestos, el índice de Gini se mantenga prácticamente estable.

El indicador, que mide la desigualdad entre la población, tiene poco cambio en Colombia luego del pago de impuestos que en su mayoría corren por cuenta de las empresas.

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En ese sentido, el ministro Carrasquilla señaló que es necesario hacer un “mapeo” de quién es quién en cuanto a ingresos y que, con base en esta información, cada quien pague los impuestos en la proporción que le corresponde de modo que se pueda aplicar una real progresividad tributaria.

Además, el ministro reiteró que el país no puede seguir en la discusión de un país pobre sobre la obligación de las empresas de pagar la mayoría de los impuestos, pues el país ahora es de ingresos medios y eso implica, entre otras cosas, un faltante de cinco puntos del PIB en recaudo para atender las demandas sociales.

Nuevamente, Carrasquilla señaló que las personas son realmente quienes tienen el dinero y no las empresas, por lo que la próxima discusión tributaria debe ser sobre la obligación de las personas de pagar más impuestos para recibir los servicios que exigen.

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Sobre la Ley de Crecimiento, el ministro señaló que “en ningún momento el Gobierno está diciendo que el crecimiento va a recuperar la plata que se pierde por racionalización de la tasa corporativa y aún así el recaudo será de 159 billones de pesos”.

Deudas claras

Por otro lado, el ministro Carrasquilla respondió a las preguntas de los analistas sobre el incremento de la deuda pública pese a la reducción del déficit fiscal.

El ministro señaló que “algo que no se ha entendido bien es que este Gobierno encontró una serie de deudas fuera del balance y que son costosas”.

Por ejemplo, las sentencias contra el Estado que mutaron a deudas en mora con tasa de usura. Esta cartera, según las cuentas del Ministerio de Hacienda, sería de entre ocho y diez billones de pesos, la mayoría cargando con la tasa de usura.

“En salud también se acumularon deudas que serían entre siete y diez billones de pesos que amenazan con hacer colapsar el sistema”, continuó el ministro y por esto se adoptó la Ley de Punto Final que reconoce las deudas y las empieza a sanear para mejorar el balance del sistema.