Tras tener pérdidas de US$8.500 millones el año pasado, la compañía tecnológica se enfocará en trabajar por un crecimiento rentable.
En el mundo del capital de riesgo, Uber ha sido de esas empresas que ha aplicado con contundencia esa filosofía de “crecimiento sobre eficiencia”, que se mantiene viva en startups para expandirse agresivamente. Ahora, esta compañía está reconociendo que debe cambiar su enfoque y parar de una vez el despilfarro de dinero.
La tecnológica, que pasó de ser el mayor unicornio del mundo a cotizar en bolsa junto a los grandes nombres de la industria, informó que perdió US$1.100 millones en los últimos tres meses de 2019, en parte debido a una compensación basada en acciones. Asombrosamente, el total de pérdidas de 2019 asciende a US$8.500 millones, casi tres veces el PIB de un país como Surinam.
“Reconocemos que la era del crecimiento a toda costa ha terminado”, aseguró Dara Khosrowshahi, CEO de Uber, en un comunicado del reporte anual. “En un mundo donde los inversores demandan cada vez más no solo crecimiento, sino también un crecimiento rentable, estamos bien posicionados para ganar a través de la innovación continua, la ejecución excelente y la escala inigualable de nuestra plataforma global”.
En una conferencia telefónica con analistas financieros, los ejecutivos de Uber aumentaron sus expectativas de lograr rentabilidad, excluyendo ciertos costos, para fines de 2020. Anteriormente, la compañía había dicho que esperaba estar en esa posición para 2021.
Uber ha perdido US$1.000 millones o más en cada trimestre desde que salió a bolsa en mayo, incluida una pérdida masiva de $ 5,2 mil millones, la mayor de su historia, en el segundo trimestre de 2019, de los cuales US$3.900 millones estuvieron relacionados con los gastos de la oferta pública inicial.
La pérdida del cuarto trimestre de la compañía representó un aumento del 24% respecto al mismo trimestre del año anterior. Pero la compañía está viendo que el crecimiento de los ingresos se acelera. Uber registró ingresos de US$4.000 millones durante el cuarto trimestre, un aumento del 37% respecto al año anterior.
Uber ha luchado por ganarse a los inversionistas que están preocupados por el historial de grandes pérdidas de la compañía y su capacidad para obtener ganancias. Las acciones de Uber subieron un 2% en las operaciones fuera de horario el jueves después de la publicación del informe de ganancias, pero continúan cotizando por debajo del precio de salida a bolsa de la compañía de US$45.
Mientras tanto, la apuesta de Uber por la entrega de comidas, su negocio Uber Eats, sigue siendo una exploración costosa. Uber Eats experimentó un crecimiento de los ingresos del 68% a US$734 millones, con pérdidas de US$461 millones.
En enero, Uber anunció que vendió su negocio de entrega de alimentos en la India a la aplicación de alimentos Zomato en un acuerdo de acciones. En la llamada de los inversionistas, Khosrowshahi se refirió al acuerdo como un ejemplo de la “disciplina estratégica” de la compañía.
Entre tanto, en Latinoamérica están a la espera de que los reguladores le den el aval de adquisición de Cornershop, una plataforma de compras en supermercados.
A medida que la compañía enfrenta presión para aliviar sus finanzas luego de su deslucido debut en Wall Street, la compañía ha pasado por varias rondas de despidos desde su salida a bolsa, cortando más de 1.100 puestos en varios departamentos.
Uber dejó de funcionar en Colombia el 1 de febrero luego de que un juez sancionara a la empresa con una orden de salida del mercado por “competencia desleal”, mientras que otras plataformas similares siguen operando. Uber Eats se mantiene con normalidad en el mercado colombiano.