Analistas hablan de desgaste en el mercado de billeteras virtuales, pero ven un apetito por el sector fintech y el proptech: análisis de datos y de iniciativas que tengan un gran componente social e, incluso, educativo.

A pesar del fantasma de la desaceleración global que se asoma cada vez que se agudizan tensiones como la guerra comercial entre Estados Unidos y China, el auge para crear empresa se mantiene vivo.

La inversión de capital de riesgo en América Latina es una señal de lo que está sucediendo: nada más en la primera mitad del 2019, el capital levantado entre startups de la región fue de 2.600 millones de dólares en cerca de 160 transacciones, de las cuales 1.000 millones fueron para el unicornio colombiano Rappi, con la inyección que le hizo Softbank.

De hecho, como consecuencia de ese acuerdo, Colombia fue el principal destino en la región en ese tiempo, al recibir 1.006 millones de dólares de los fondos en 13 transacciones, por encima de los 989 millones que obtuvieron las empresas emergentes de Brasil en 88 acuerdos. 

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El salto es indiscutible porque en 2018, las inversiones de este tipo en toda América Latina estuvieron por debajo de los 2.000 millones de dólares, mientras que en 2017 fueron de 1.100 millones de dólares y en 2016, de 500 millones de dólares, de acuerdo con la Asociación para la Inversión de Capital Privado en América Latina. Es decir, apenas iba la mitad del 2019 cuando los emprendedores latinoamericanos habían recaudado cinco veces lo de todo el 2016. 

En cuanto al entorno colombiano, el país habría crecido 3,2 % en 2019, según las proyecciones del Banco de la República, mientras que la región solo llegaría al 0,1 %, según la Cepal, que también indica que Colombia se salvó de la desaceleración que se produjo en 18 de las 20 economías de América Latina. Este año, el Banco Mundial espera un crecimiento de 3,6 % para la economía colombiana.

Ahora, las ideas de crear empresas pululan. Mensualmente, los fondos de inversión escuchan decenas de ideas de emprendedores que buscan entrar al juego, crecer y mover la registradora con la idea que cambiará el mundo de los negocios. Al preguntarles a los inversionistas se escuchan varias conclusiones para el 2020. “No más billeteras virtuales”, coinciden varios de ellos, aunque otros consideren que ese tipo de productos deben evolucionar.

Hay un común denominador, además, entre los fondos de capital: ya no solo revisan los datos de rendimiento de los futuros negocios, un tema fundamental, sino el impacto tanto social como ambiental que tienen los negocios, por lo que caben temas de educación y tecnología. De hecho, en América Latina ya se han creado fondos de capital con foco en ideas de mujeres y con la finalidad de impulsar la equidad de género.

Si bien los mercados de Estados Unidos y Canadá son muy diferentes al de Colombia, las tendencias que se mencionan se ven reflejadas en el listado de Forbes de los 30 negocios de menores de 30 en estos dos países del 2020. Hay emprendimientos en el sector educativo como ApplyBoard, una plataforma que ayuda a escoger el mejor posgrado para sus necesidades en Estados Unidos, o Clara Foods, que quiere convertir huevo en azúcar; Cold Gensys, que modifica los virus para atacar el cáncer, o Misfits market, que combate el desperdicio de comida.

Mejorar la calidad de vida

“El boom del emprendimiento es una realidad en Latinoamérica, y podría decirse que es un sector caliente, o una época dorada tanto para los emprendedores como para quienes quieren hacerlo, pues hoy las posibilidades de los emprendedores para encontrar apoyo, inversión y clientes son mucho mayores que las de hace apenas unos años”, señala Felipe Santamaría, director de la aceleradora Rockstart en Colombia. 

Desde su perspectiva, Santamaría ve oportunidades en tres sectores. En fintech, porque este mercado financiero estuvo “sin mayores cambios por varias décadas” y está experimentando un proceso de reinvención. En bienestar, con distintos modelos de negocio para brindar mejor calidad de vida desde lo físico, lo espiritual, lo mental, como los que se enfocan en ofrecer beneficios a empleados como estrategia de retención. Y, por último, los relacionados con la búsqueda, evaluación y selección de talento tecnológico.

“El talento tecnológico es una necesidad latente para la mayoría de las industrias. Las soluciones y modelos de negocio que exploten esta situación es posible que puedan encontrar una alta demanda rápidamente”, comenta Santamaría.

Oportunidad en el agro

Camila Salamanca, directora de Endeavor Colombia, señala que desde esa red ven oportunidades en agritech por los retos de Colombia en el sector de la agricultura, mejorando, con tecnologías, procesos que beneficien tanto a consumidores como a productores, y en foodtech, en el sentido de que las grandes cadenas de restaurantes encuentren mecanismos para conseguir alimentos de formas más eficientes, además de apoyar iniciativas sostenibles en asuntos como el consumo de agua, huella de carbono y empaques.

“Vemos oportunidades este año en agritech”: Camila Salamanca, directora de Endeavor.

Así mismo, en logística y última milla, por los problemas de movilidad en la mayoría de ciudades en las que se necesitan soluciones que permitan a las empresas ser más eficientes, ágiles y ahorrar recursos.

Salamanca también resalta la industria fintech, que a su parecer “estuvo bien movida” en 2019, pero este año necesita evolucionar en “billeteras” que permitan transacciones más eficientes y sin costos asociados a los clientes. “Hoy en día, los bancos todavía no han logrado ofrecer una solución que beneficie ambas partes”, detalla.

Para este año, el cofundador de la fintech Sempli y del fondo Velum Ventures Inverlink, Esteban Velasco, prevé que el mayor volumen de inversión en venture capital será en aquellas actividades que consoliden una oferta de valor sólida en sus mercados y logren disrupción en la industria, siendo los principales sectores fintech, proptech, data analytics, soluciones empresariales as a service (o como servicios) y soluciones de ciudades inteligentes. 

“Se valorará la construcción de negocios sostenibles rápidamente”: Esteban Velasco, cofundador de Sempli y de Velum Ventures Inverlink.

Entre tanto, Velasco considera que las super-apps, las startups de domicilios, así como las soluciones de convivencia y comercio, consolidarán nuevas rondas de inversión aun con mayor cuantía individual, dados sus volúmenes operacionales, o serán foco de adquisiciones por parte de jugadores estratégicos.

“Tanto emprendedores como inversionistas valorarán aún más la construcción de modelos de negocios sostenibles rápidamente, basados en un propósito empresarial y de impacto en su comunidad, así como de disrupción de industria y ética empresarial”, expresó Velasco en una columna para Forbes.co.

Proptech dará de qué hablar

Federico Antoni, socio del fondo de inversión ALLVP, señaló que 2020 será un gran año para emprender en Latinoamérica, en particular en Colombia y México. “Seguirá el gran momentum que arrancó a inicios de 2019 por la cantidad de talento innovandor y la disponibilidad de venture capital regional e internacional interesado en apostar en la región”, dijo.

“Se empieza a sentir saturación en fintech”: Federico Antoni, socio de ALLVP.

Sobre en qué temas emprender, señaló que las fintech seguirán siendo la industria que atraiga más capital, “pero se comienza a sentir saturación en algunos segmentos”. También dijo que algunas verticales como billeteras y préstamos se sentirán saturadas. “Aunque sigue habiendo espacios para crear empresas grandes, se tienen que escoger bien las verticales”.

menos atendidas. Veo mucho potencial en modelos omnicanal que combinan puntos de venta y comercio electrónico en moda, comida y muebles”.

El sector de proptech, agregó, tendrá otro gran año, y “las plataformas colombianas Slang o Truora son startups que darán de qué hablar en 2020”.

Edutech y Fintech con tasas razonables

Paula Arango, principal de Ewa Capital, dice que ve una perspectiva positiva para negocios “que se están apalancando en tecnología a fin de resolver problemas como educación, soluciones para pequeñas y medianas empresas, así como soluciones para facilitar el acceso a crédito con tasas razonables”.

“Vemos oportunidades en educación”: Paula Arango, principal de EWA Capital.

Arango asegura que en edutech, el modelo B2B seguirá siendo atractivo en la medida en que las empresas continúen invirtiendo en la capacitación y evaluación de sus equipos.

En el renglón de fintech, sostiene que “existe una inmensa oportunidad de ofrecer crédito con modelos de scoring no tradicionales que puedan determinar la capacidad de pago de pequeñas empresas prediciendo sus obligaciones futuras a partir de cuentas por pagar, cuentas por cobrar e información referente de la industria en la que participan.

Desde su punto de vista, “el reto seguirá siendo tener fuentes de fondeo que permitan a estas fintech ofrecer tasas razonables que no vayan en contra de la capacidad de pago de sus propios clientes”.

Sobre este mismo sector, Arango asegura que las fintech “siguen enfrentado retos a la hora de formalizar la contratación de su personal, tener sistemas de información robustos que les permitan tomar decisiones, fortalecer su gobierno corporativo, liquidar sus impuestos, tener un control de sus cuentas por pagar y, así mismo, tener acceso a financiación”.

Dejar la timidez

Para Andrés Chavarro, director del Centro de Innovación y Emprendimiento del Colegio de Estudios Superiores de Administración (Cesa), Colombia tiene una oportunidad para integrar ciencia, tecnología y herramientas digitales que permitan llevar los negocios a escala mundial. “Aún somos muy tímidos al considerar el mundo como nuestro mercado”.

En su opinión, todo negocio que genere impacto medible tiene una gran oportunidad. “Grandes fondos de inversión están buscando negocios que crezcan, además de tener un impacto positivo medible. Hay dinero que aún se queda en la mesa, y muy pocos emprendedores generando un impacto que vaya más allá de ventas y empleos creados”.

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