En Colombia hay una fuerte disputa por la titularidad de la marca, que tiene presencia en otros 7 países.
En la red social Instagram aparecen dos cuentas de Instagram con la marca EPK, una se denomina @EPK y la otra @EPKweb. Ambas se presentan como la oficial, pero en cada una hay colecciones diferentes de la marca de ropa infantil.
Esa es apenas una de las formas como sale a flote un pleito jurídico en el que dos partes se denominan propietarias de la marca. Las partes son la firma Bridgewood Capital Inc. y EPK Kids Smart.
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Bridgewood Capital Inc. argumenta ser la sociedad titular de las marcas EPK en cerca de 30 jurisdicciones, con 7 países activos, excluyendo Colombia. En este país, existe una compañía llamada EPK Kids Smart, liderada por el empresario Samuel Tcherassi, que a nivel nacional tiene el 7,2 % del mercado de la moda infantil -solo por debajo de Offcorss-, facturando US$51 millones de dólares anuales, con 76 tiendas en 22 ciudades.
Aunque esto comenzó como una historia de socios entrañables en el 2005 cuando la marca empezó a posicionarse en Colombia, por medio de la sociedad Inversiones Plas S.A. (ahora EPK Kids Smart), desde hace varios años existe un rompimiento absoluto que se aborda en estrados judiciales de Colombia y Estados Unidos.
Según Bridgewood, EPK Kids Smart eran unos franquiciados que en 2017 dejó de comprarles mercancía con el proveedor oficial, para ingresar, presuntamente, mercancía falsificada y no autorizada por ellos, afirmación que aun investigan las autoridades.
Como prueba, presentaron un reporte estadístico de comercio exterior de importaciones cuando los acusados “ya no contaban con autorización comercial”. No obstante, las solicitud de medidas cautelares no prosperaron por falta de prueba de la terminación del contrato.
El año pasado, Bridgewood volvió a pedir medidas cautelares en contra de EPK Kids Smart para que cese el uso de la marca, que está siendo estudiada por parte de la delegatura de asuntos jurisdiccionales de la SIC. Bridgewood argumenta que aunque los acusados dicen no ser franquiciados, sino copropietarios, en otro proceso en Estados Unidos habrían presentado un contrato de franquicia con la empresa titular de la marca.
Ese es el documento de la discordia: el contrato de franquicia. Desde el Departamento de Acciones Estratégicas de EPK Kids Smart señalan que “el contrato con EPK Brand en 2003, perdió efecto” porque la marca fue “espuriamente transferida por Patrick Leret (su antiguo socio) de una sociedad en la que solo tenía el 25 % a otra (Bridgewood) en la que tiene un porcentaje sustancialmente mayor”.
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EPK Kids Smart rechaza que Bridgewood sea el titular de la marca “porque ha venido perdiendo gradualmente los registros marcarios. Así ha sucedido en las categorías No. 24, 35 y 18 de la Clasificación de Niza, en donde la Superintendencia de Industria y Comercio canceló la titularidad de la marca a Bridgewood”.
“Actualmente los demás registros marcarios se encuentran bajo un procedimiento de cancelación marcaria y pendientes de decisión”, añaden desde la firma.
Es decir, está por definirse quien se adueñó de la marca. Desde Bridgewood acusan a Tcherassi de ser un “franquiciado” que se apropió de EPK, pero Tcherassi replica que el empresario venezolano Patrick Leret “se ganó deshonestamente una mayor participación de la marca al transferirla a una sociedad controlada por él y por el precio de un dólar”.
Con todo esto, EPK Kids Smart se prepara para abrir su red de tiendas en México, país desde el que pretenderá operar en Centrroamérica y Norteamérica, pero en varios de esos mercados están registradas y posicionadas las tiendas EPK de Bridgewood ¿podrán hacerlo?, el tiempo y la justicia lo dirá.