El rector de la Universidad Autónoma reconoce que no estaban preparados para dar la totalidad de sus clases virtuales. Pero se han adaptado

Ricardo Gómez, rector de la Universidad Autónoma, asegura que el modelo integral de la educación superior debe cambiarse “y quizás la virtualidad permita que ciertos aprendizajes se puedan lograr más efectivamente”.

Como ocurrió con las demás universidades, colegios y demás centros educativos, la llegada de la pandemia y las imposiciones de aislamientos les obligó a volcar su modelo completamente a la educación virtual con pocos días de preparación.

Gómez señala que las cuarentenas en el mundo generaron un cambio “histórico” y “radical” para la educación, que irá más allá de mantener los programas educativos durante el 2020 con independencia de si suceden o no más cuarentenas.

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En el caso que me mantengan, aunque intermitentes, las cuarentenas incluso hasta 2021, el rector asegura que “eso quiere decir que el modelo presencial es sólo el complemento y que la virtualidad o la educación digital seguirá siendo la vía principal y quizás la única en muchos casos”.

Los retos

Y si ese escenario se llegara a cumplir, representaría al menos cinco retos para las instituciones de educación universitaria.

Por un lado, asegura Gómez, las universidades no se pueden “dar el lujo de que sean sólo unos docentes los que dominen los nuevos medios; ahora deben ser el 100% de los docentes que deben tener, primero que todo, la actitud de aprender y de estar prestos a usar los medios de esta nueva vida”.

Por otro lado, está el reto pedagógico. Esto implica que los profesores puedan contar con sus propios espacios de actualización y capacitación dentro de la universidad, además de “permitir la creación, la innovación, incentivarlas y no castigarlas” para que los profesores implementen con libertad sus métodos de enseñanza.

El tercer reto sería el tecnológico como sería de esperar y el cuarto la transformación del modelo de la universidad. Gómez agrega que “el futuro de las instituciones de este nivel se va a ir reacomodando”.

En este punto, explica que el modelo de la virtualidad hace que las universidades deban competir más directamente con otras instituciones de educación superior, técnica o tecnológica que, sin pretender ser universidades, por lo menos ya llevaban una ventaja en impulsar sus modelos de educación a distancia.

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Además, esto podría permitir el surgimiento en el país de las universidades de investigación, a la vez que los sistemas que garantizan la calidad de los programas educativos debe actualizarse y adaptarse rápidamente a la nueva normalidad.

Y si la educación ahora será mayoritariamente virtual, las universidades también se enfrentarán al reto de qué hacer con sus grandes infraestructuras físicas y el personal que contrataban para mantener en orden dichas construcciones.

Los resultados de la UniAutónoma

La universidad, que le dio a sus profesores el poder de elección sobre la plataforma que utilizan para dictar sus clases virtuales y mantiene también la libertad de cátedra, evalúa cada semana el desempeño de sus estudiantes y profesores mediante encuestas.

Para la primera semana de abril, los resultados indicaban que el 76% de los profesores encuestados utilizan las aulas virtuales de la plataforma propia de la universidad y 80 % usan además también Google Meet, Zoom, Youtube, Skype e incluso Whatsapp.

La universidad, que tiene 1.400 aulas virtuales creadas, reporta cerca de 35.000 usuarios en las mismas.