El exvicepresidente abogó por una reforma laboral y a adoptar medidas con efectos transitorios.

Reducir salarios, eliminar las primas legales de junio y diciembre y hasta suspender el pago de cesantías y sus intereses hacen parte de una polémica propuesta del exvicepresidente Germán Vargas Lleras, para mitigar la pandemia del coronavirus.

El líder político calificó como “francamente insostenible” la situación a la que se enfrenta al país en términos de desempleo, caída del producto interno bruto y reducción de aportes a pensiones, en su columna titulada ‘Llegó la quincena’ en El Tiempo.

“La mayoría de los países afectados por la crisis del covid-19 han decretado medidas extraordinarias y heroicas para proteger el empleo. El nuestro se ha quedado muy corto, pues no ha pasado de adelantar vacaciones y autorizar licencias no remuneradas”, dijo, al argumentar que la la situación no se resolverá sino por la doble vía de implementar temporalmente los subsidios a la nómina, que ya operan con éxito en muchos países, al tiempo que se adoptan medidas en el ámbito laboral, racionalizando transitoriamente los costos del empleo en el país.

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Al también excandidato presidencial, le parece “asumible” la cifra de $50 billones que costaría llevar a cabo la propuesta de Acopi, el gremio de las micro, pequeñas y medianas empresas, de subsidiar a las compañías más golpeadas.

Vargas Lleras hizo un llamado a una reforma laboral y a adoptar medidas con efectos transitorios.

Además, sugirió permitir el salario mínimo por horas, flexibilizar los horarios de trabajo y reducir los costos de despido para las nuevas contrataciones. Así mismo, planteó bajar los salarios de los trabajadores y revisar los contratos y convenciones colectivas.

Por otra parte pidió analizar la posibilidad de “eliminar transitoriamente” las primas de junio y diciembre, y de suspender el pago de cesantías y sus intereses.

De acuerdo con Vargas Lleras, estas últimas dos medidas flexibilizarían una caja de $3,3 billones, a los cuales se sumarían $600.000 millones adicionales, en el caso de que se suspenda el pago de subsidio de transporte por parte de los empleadores.

“Yo sé que todas estas propuestas son delicadas e impopulares, pero necesarias si se quiere evitar una masacre laboral”, reiteró.