Según los cálculos del centro de estudios, la prohibición derivaría en pérdidas entre los $0.7 billones y los $1.4 billones cada mes
El centro de estudios económicos Anif advirtió a través de un documento los posibles impactos de la restricción de consumo de alcohol o Ley Seca durante la emergencia sanitaria del Covid-19 en un contexto en el que el país ya se encuentra en un escenario macroeconómico complejo.
Tal prohibición, de acuerdo con el informe, derivaría en pérdidas entre los $0.7 billones y los $1.4 billones cada mes, lo que se traduciría en “un menor dinamismo para el comercio minorista”, uno de los sectores más impactados con apenas el 10% de los establecimientos en operación en la actualidad.
“Resulta desacertado pensar en medidas de Ley Seca, cuyos impactos fiscales afectan el recaudo de los departamentos, que hoy reciben cerca de $5 billones de pesos anuales derivados de los impuestos a licores y cervezas, y que, solo con la suspensión de ventas durante un mes dejarían de recaudar entre $216.000 millones y $431.000 millones, indispensables en estos momentos para la atención de la contingencia y que servirían para adquirir aproximadamente 1.2 millones de pruebas avanzadas de diagnóstico o 6.000 ventiladores para la atención de pacientes graves”, señaló Mauricio Santa María, presidente de la Anif.
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En el mismo reporte, Anif explicó que, según la Gran Encuesta Integrada de Hogares, la industria y comercialización de licores genera alrededor de 120.000 empleos con remuneración, de los cuales 85.000 son asalariados y 35.000 son trabajadores por cuenta propia.
Estos últimos, de acuerdo con el estudio, serían los más afectados ante una medida de ley seca, que acabaría con cerca de 33.000 empleos, lo que se traduce en una pérdida mensual de ingreso para los hogares cercana a los $30.000 millones.
En este orden de ideas, Anif defendió que solo una minoría de países ha tomado una decisión tan drástica como esta, pues no existe evidencia que apoye una relación directa entre la prohibición al consumo de alcohol y la contención del virus.
Otro efecto “negativo” que traería este tipo de propuestas, según Anif, es el incremento del mercado ilegal de licores —bebidas de contrabando o adulteradas— que representa entre 12 % y 29 % del total del mercado en Colombia, que “bajo un escenario de implementación de la ley seca, llegaría al menos al 40 %”.