Ante la incertidumbre, el equipo técnico del Emisor prefirió presentar varias opciones de contracción del PIB en lugar de una previsión fija
El Banco de la República presenta este martes su actualización de proyecciones económicas para este año, que incluyen una contracción del PIB entre 2 % y 7 %, dependiendo del tiempo que dure y la magnitud del choque de la pandemia.
En esta oportunidad, el equipo técnico del Emisor prefirió no emitir una única cifra para el PIB, dada la alta incertidumbre sobre el desarrollo de la pandemia. En cambio, aplicó a sus modelos de proyección las decisiones anunciadas por el Gobierno de mantener -al menos por ahora- las medidas de confinamiento hasta el 11 de mayo, así como una recuperación gradual de la industria que empezaría en junio.
Con esto en mente, el equipo advirtió que, en el segundo trimestre del año, el PIB nacional podría caer entre 10 % y 15 %. Según su cálculo, “las ramas más afectadas serían la de actividades artísticas y recreación, y la de comercio, reparación, transporte, alojamiento y servicios de comida, con caídas superiores al 30% anual en el trimestre”.
Dicho comportamiento se sumaría al resultado que obtuvo la economía en el primer trimestre del año, de un crecimiento de 2 % anual, así como a la recuperación de actividades en la segunda mitad del año si la pandemia logra contenerse y las medidas de distanciamiento social se relajan.
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Por otro lado, el Emisor señaló que el sistema financiero, mediante el adecuado acceso al crédito para empresas y personas naturales, debería contribuir a la recuperación de la economía. Sin embargo, el panorama significará para Colombia un acceso a financiación externa más costoso durante un tiempo.
La balanza de pagos
Por otro lado, el equipo técnico del Emisor revisó su cálculo de déficit de cuenta corriente y advirtió que dicho indicador podría incluso disminuir ante la coyuntura. La razón es que, con el consumo reducido por las cuarentenas y los menores ingresos de muchos colombianos, las importaciones también caerían.
De acuerdo con el grupo, “la caída de la inversión y el consumo privado junto con la depreciación del peso llevarían a una reducción de las importaciones de bienes y servicios, y de las utilidades de las empresas con capital extranjero enfocadas en el mercado local”.
Además, las empresas productoras de petróleo también reportarán menores ganancias en un mundo de bajos precios del crudo.
Según el equipo técnico, “para 2020 las simulaciones muestran una reducción del déficit en la cuenta
corriente en millones de dólares frente a lo observado el año anterior. Esto sería similar a lo registrado en otros eventos en el pasado, tales como la recesión de 1999, la crisis financiera internacional y el choque petrolero de 2015″.
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Por esta razón, el déficit de cuenta corriente estaría en un rango de entre 2 % y 5 % del PIB nacional.

Sin embargo, el Emisor también advierte que habría factores en la economía colombiana que impidan la disminución del déficit de cuenta corriente.
De acuerdo con el informe, entre estos estarían el choque negativo sobre las exportaciones negativas tanto por una contracción de la demanda internacional de un mundo en recesión como por la disminución en los términos de intercambio, producto de la caída en los precios del petróleo.