Los diseñadores Catalina Lotero y Felipe Guarín presentaron un método de alianzas humanitarias que podría ayudar a contener el impacto de la pandemia.
Hace diez años, en medio de un concierto, los diseñadores Catalina Lotero, que hacía parte de un laboratorio de imagen y Felipe Guarín, que había fundado una comunidad de artistas, se cruzaron por primera vez en un encuentro que produjo que unas semanas después estuvieran fundando su estudio de diseño Whatever Works.
Hace unos días, los creadores del estudio con operaciones en Bogotá y Tokio, fueron considerados como ganadores del MIT Challenge en el que la mejor universidad del mundo según el QS World University buscaba soluciones rápidas para la pandemia de Covid-19, congregando a personas de todos los continentes en una ‘hackatón virtual’.
“En enero cuando empezó el virus a esparcirse por fuera de China y no se sabía mucho sobre el virus nos entró un sentimiento de miedo y ansiedad, como a la mayoría del mundo, hasta el punto de afectarnos físicamente”, dijo Lotero a Forbes. “Ahí decidimos que debíamos hacer algo para diseñar soluciones a los problemas que rápidamente estaban emergiendo”.
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Su ansiedad se tornó en que, a medida que el virus se propagaba por el mundo, ellos escuchaban las medidas de prevención que retumbaban en Japón -a donde se fueron a estudiar una maestría en diseño e innovación en la Universidad de Keio-, pensando en que en los países en vía de desarrollo la penetración de Internet no alcanza a gran parte de la población. Por ello en el reto de MIT propusieron hacer alianzas con compañías de consumo masivo para llevar información de calidad sobre cómo prevenir la propagación del Covid-19, a través de mensajes en el empaque de los productos.
Guarín considera que las compañías de consumo masivo tienen la capacidad de llegar a regiones apartadas y sin acceso a internet. “Es de vital importancia trabajar en alianza con estas empresas, para llevar información fidedigna hasta las manos de las personas, sobre la prevención y cuidado del coronavirus”, sostiene.
Este método, que se denomina ‘branding humanitario’, donde las marcas donan una parte de su empaque y su marca para poder ayudar a distribuir la información, se apalanca en las redes de distribución de las empresas para difundir los mensajes de prevención de contagio el Covid-19. “Es sencillo, se necesita que las marcas que ya tienen abierto un canal de comunicación con el público, en nuestro caso es con el empaque, donen un espacio dentro de esa comunicación para apoyar la diseminación de un mensaje humanitario”, agrega Lotero.

Los diseños cuentan con instructivos que fueron creados en alianza con estudiantes de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, sobre cómo crear tapabocas caseros y prevenir contagio del Covid-19 de una forma muy sencilla y entendible para toda la población.
Para el reto de MIT aplicaron 4500 personas y fueron aceptadas 1.500, con las cuales se formaron 280 equipos, apoyados por más de 200 mentores. Los equipos tuvieron 48 horas para presentar sus propuestas y finalmente fueron escogidas 40, donde fue resaltada la de los colombianos.
Los equipos debían proponer soluciones alrededor de 2 grandes temas: cómo proteger poblaciones vulnerables y cómo ayudar sistemas de salud. Por eso la propuesta de Catalina y Felipe se sustentó en su aprendizaje sobre la cultura del uso de lo tapabocas en Japón.
“Con esta idea ya se están vinculando, de manera gratuita y con el ánimo de ayudar, empresas de diferentes partes del mundo”, expresa Catalina, quien junto ha su socio han habilitado una plataforma en la que las marcas se pueden vincular a la iniciativa accediendo al material y a los diseños sin costo.