Expertos recomiendan que se reduzcan los costos de contratación laboral formal.

Los datos de marzo tanto en desempleo como en el desempeño del producto interno bruto (PIB) han sido mucho más negativos de lo que esperaban los analistas pues, si bien en ese mes llegó el coronavirus a Colombia, la cuarentena nacional arrancó a finales de ese periodo (20 de marzo en Bogotá y Cundinamarca y 25 en todo el país).

Solo por poner en contexto, con pocos días de confinamiento, en el tercer mes del año se destruyeron 1,6 millones de empleos y la tasa de desempleo llegó a 12,6% (10,8% en marzo 2019). A esto se le sumó el dato del PIB que cayó 4,9% ese mes y cerró el primer trimestre en 1,1%, a pesar de haber tenido un buen enero y febrero. Lo anterior, ha hecho que los analistas consideren que el segundo trimestre será el peor de la historia, pues en este se recogería más el choque del aislamiento.

Este viernes se conocieron los datos de desempleo para abril, la tasa más alta desde 2001, fecha en la que se realiza la Gran Encuesta Integrada de Hogares (Geih) del mercado laboral. La cifra llegó a niveles del 19,8%, 9,5 puntos porcentuales más que en abril de 2019 cuando fue de 10,3%. Por su parte, la población inactiva (que no está trabajando ni buscando empleo) aumentó en 4,3 millones de personas, pasando de 14,8 millones en el cuarto mes del año pasado a 19,1 millones en el mismo periodo de 2020.

Las cifras del mercado laboral de abril han hecho que, por ejemplo, desde Fedesarrollo se continúe considerando que en un escenario medio del choque, el desempleo a finales de año estaría en un promedio de 18% y en un escenario más pesimista podría llegar a niveles del 20%.

A todo esto hay que agregarle que el desempleo ya había cerrado 2019 en niveles altos con 10,5% para el total nacional. Es decir, la pandemia sí ha tenido serios impactos en el indicador, pero este ya venía alto. Bajo este panorama la pregunta que muchos intentan responder es: ¿qué salidas tiene el país para mejorar los resultados del mercado laboral? Para los expertos hay dos momentos, actuar con medidas contracíclicas por el choque y con las estructurales para el mediano y largo plazo.

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Previo a entrar en detalles, vale decir que de acuerdo con el exministro de Hacienda, Óscar Iván Zuluaga, la tasa de desempleo es alta en Colombia por cuatro razones fundamentalmente: el bajo nivel educativo de la mano de obra, la baja productividad, la informalidad y la inflexibilidad laboral. Además de esto, comentó que el hecho de que el desempleo sea más fuerte de manera estructural en los jóvenes y en las mujeres, hace que las políticas deban tener enfoque en este frente.

Sobre los datos de desempleo de abril, el exministro dijo que “lo que se debe decir es que esta es la verdadera tragedia de la pandemia. Esa cifra de la reducción de ocupados en 5,4 millones de personas, muestra que cerca del 25% de la fuerza laboral de los 22 millones de colombianos que componen nuestro mercado laboral o han perdido su empleo o están viendo una reducción sustancial de sus ingresos”.

Propuestas para mejorar la dinámica del empleo

De acuerdo con Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, “una respuesta que trate de resolver el aumento reciente de la tasa de desempleo está relacionada con medidas de choque contracíclico como las inversiones en infraestructura pública que jalona mucho empleo no calificado que está bastante golpeado en esta coyuntura“.

Según Sergio Clavijo, expresidente de Anif y académico de Los Andes, los subsidios del Estado “deben ser selectivos en función de los activos que representen verdaderos bienes públicos (como el caso de Avianca que se ha discutido a través de Boceas)”. Hay que recordar que estos últimos se entienden como bonos convertibles a acciones.

Por su parte, Oscar Becerra, docente de la Facultad de Economía de la Universidad de Los Andes, dijo que para reactivar el empleo después de la crisis, va a ser necesario un papel activo del Estado: “directamente (por ejemplo, usando inversión pública en obras civiles) e indirectamente a partir de mantener programas de garantías para créditos, subsidios al crédito (tasas) y extender plazos para el pago de impuestos. Las pequeñas empresas son las que van a tener más problemas de liquidez para reactivarse, el Estado tiene que ser un socio en esa reactivación”.

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Para el exministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, si se busca salvar la mayor cantidad de empleo posible se requiere que le permitan a las empresas contratar por horas, y que se pueda cotizar a la seguridad social de forma correspondiente. También, que se permita que haya distintos turnos laborales.

Echverry añadió que es clave que “se pueda cesar el contrato de trabajo temporalmente sin terminarlo; en la medida que retornen paulatinamente las ventas de las empresas, habrá una rampa paulatina de aumento de empleo y de reenganche a los trabajadores, o que se los vaya empleando por más horas. Algo similar se puede hacer con las contribuciones parafiscales, adaptarlas a la rampa de ascenso de la economía”.

Además de lo descrito, para Iván Jaramillo, director del Observatorio Laboral del Rosario, es necesario incluir coberturas por desempleo estructurales en el sistema de seguridad social, más allá de las medidas del estado de emergencia, en coordinación con políticas activas en cabeza del servicio público de empleo para estimular la recuperación de trabajos formales y evitar que los trabajadores que pierden su ocupación migren a la informalidad o inactividad.

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Respecto las acciones estructurales, el directivo de Fedesarrollo dijo que “se va a tener que resolver más con una reforma laboral que seguramente tendrá que profundizar las medidas que permitan aumentar la formalidad laboral y reducir el desempleo, temas difíciles de resolver si no hay reforma“.

El experto añadió que es importante profundizar en algo que se hizo en 2012, en la reducción de los costos de contratación de mano de obra formal. “En ese momento, hace ocho años se redujeron en 13,5 puntos porcentuales (pps) los costos y eso, de acuerdo con evaluaciones independientes que se hicieron, generó un aumento de cerca de 4 pps en la tasa de formalidad laboral. Es una receta probada y que debería profundizarse en esta coyuntura”.