Élite Logística es el único operador autorizado para el traslado de las muestras en todo el país. Con 300 empleados y una flota de 110 vehículos, así lo hace.

Una empresa bogotana con 15 años de experiencia en operaciones logísticas con medicamentos, células madres, órganos y equipos médicos de alta complejidad es la encargada de mover por todo el país las miles de pruebas del Covid-19 que se procesan a diario como consecuencia de la pandemia.

Élite logística se encarga de llevar de un punto a otro las muestras que son tomadas en hospitales y laboratorios autorizados desde el Amazonas hasta La Guajira, y que se procesan, en su mayoría, en el Instituto Nacional de Salud (INS) en Bogotá.

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El 90 % de las pruebas viajan por tierra en vehículos acondicionados para el traslado de las neveras que las contienen. “Quienes realizamos este proceso tenemos un objetivo común: la conservación e integridad de las muestras”, explica Roberto Muñoz, CEO de la compañía.

Para lograr ese objetivo, las muestras son almacenadas en neveras que garantizan que estén siempre a una temperatura no superior a los 8 °C. Su movilización, una vez recolectadas, debe hacerse en menos de 36 horas, pues “de no cumplir con ese tiempo nos exponemos a la muerte particular del virus y por ende, a la alteración de los resultados”, añade el CEO.

En esta operación participan unos 150 de sus 300 empleados. Este equipo humano está distribuido entre su sede principal, en la avenida La Esperanza, de Bogotá, y las sedes con las que cuenta Élite en ciudades como Bucaramanga, Medellín, Cali y Cartagena.

Foto: Andrés Rodríguez / Forbes Colombia

De acuerdo con Élite, a diario son movilizadas unas 150 neveras con muestras de Covid-19, una cifra muy superior a la que trasladaban durante el primer mes de la pandemia, que no alcanzaba las 80 neveras al día. Como su operación es de cubrimiento nacional, tuvieron que ampliar su flota de vehículos a 110 y adecuar puntos de descanso en ciudades principales e intermedias para que sus colaboradores puedan dormir, cuando los viajes superan las 12 horas.

“Nuestro trabajo es 24/7, no tenemos ningún día de descanso. Cuando las pruebas vienen de lugares como la costa Caribe, implementamos medidas como el relevo de los conductores o el ingreso a un punto de descanso, que puede ser en una ciudad del camino como Bucaramanga”, cuenta Roberto.

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En promedio, una prueba que debe ser trasladada dentro de una misma ciudad tarda hasta dos horas en llegar al laboratorio de destino, y 24 horas si viaja hacia otra ciudad por vía terrestre. Los desplazamientos aéreos también se realizan, pero estos están limitados a puntos de difícil acceso, como el Amazonas y algunas zonas en Chocó o La Guajira. Para el transporte aéreo, el tiempo máximo de entrega es de 16 horas.

“Cuando la pandemia inició, en Colombia no contábamos con recursos aéreos para hacer los traslados porque era muy difícil encontrar a una empresa prestadora de ese servicio que cumpliera con los requerimientos de bioseguridad. Ahora lo hacemos en alianza con la Fuerza Aérea y la Patrulla Aérea, una entidad sin ánimo de lucro”, explica Muñoz.

Una tarea que se hace paso a paso

El proceso de recolección de las muestras empieza con la desinfección y sanitización de los vehículos en los que serán transportadas, así como la protección de los colaboradores de la compañía. Estos se someten a mediciones de temperatura, cambian su ropa por trajes antifluidos, usan tapabocas, guantes, batas y máscaras protectoras y son desinfectados con productos especiales de pies a cabeza.

Foto: Andrés Rodríguez / Forbes Colombia

Una vez en el punto de recolección, (que puede ser un laboratorio de la red de salud pública, EPS, IPS, hospitales, clínicas o secretarías de salud) los miembros de Élite deben verificar que esta cuente con el cumplimiento de la norma: que tenga triple embalaje, que tenga los datos necesarios para su identificación, y que no tenga ningún tipo de daño o rotura.

El entorno en el que se trasladan las pruebas también es verificado en varias ocasiones, allí se incluye la preparación de las cabinas de los vehículos. En el punto de destino, que puede ser el INS u otro de los laboratorios autorizados, el procedimiento inicial se repite y de nuevo son desinfectados tanto los colaboradores como las neveras.

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“Para evitar contingencias y garantizar la integridad de las muestras contamos con un área de bioseguridad, que verifica la efectividad de cada uno de los procesos de la compañía: la recepción de las muestras, la desinfección de las cabinas y productos, el protocolo de posible accidente o derrame de las muestras, los planea de emergencia, los protocolos de manejo y destrucción de desechos biológicos, entre otros”, dice Roberto.

Una tarea nueva para todos

El coronavirus, como para todos, ha representado un reto para Élite. Pese a que la compañía tenía experiencia en el traslado de elementos de alta complejidad especialmente en el sector salud, el nivel de riesgo ante las muestras de Covid-19 superaba cualquier preparación de su personal y equipo.

“A través de una aplicación diseñada para nuestros empleados nos hemos dedicado a capacitar y brindar apoyo a cualquier situación que pueda surgir en el proceso”, explica su CEO.

A esto, se suma el tener que garantizar los mismos resultados sin tener a disposición el total de sus recursos, pues solo operan con el 40 % de sus herramientas disponibles. “Ha sido un desafío seguir la operación con todos los aeropuertos cerrados y los controles por tierra que ha implementado el gobierno”, concluye.