Los filántropos señalan el papel poco eficaz que ha jugado al retirarle apoyo a la OMS y por no aliarse con otros países para controlar al coronavirus.

En marco de la Cumbre Forbes 400 sobre Filantropía, la pareja Bill y Melinda Gates discute sobre los planes para asegurar que los tratamientos y las vacunas Covid-19 no solo lleguen a las naciones con mayor oferta, sino que se distribuyan de forma equitativa.

A medida que la pandemia del coronavirus continúa devastando el mundo, Bill y Melinda Gates han estado en primera línea de la búsqueda de un tratamiento efectivo de la enfermedad. La pareja, que ha pasado años luchando contra enfermedades infecciosas como la poliomielitis, critica la respuesta de Estados Unidos ante el Covid-19 —sus pruebas aplicadas y esfuerzos de búsqueda de contactos van retrasados en comparación con países como Alemania—.

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 “Por lo general, Estados Unidos desempeña un papel en la resolución global de problemas, por lo que, en lugar de retirarse de la OMS, deberían involucrarse, colaborando con otros países y no solo tratando de buscar culpables. Es una situación complicada, donde Estados Unidos únicamente ha visto por sí mismo”, dijo Bill Gates en la novena Cumbre anual Forbes 400 sobre la filantropía, celebrada el jueves pasado de forma virtual.

“Tratamos de unir esfuerzos de los diferentes países y de igual forma los líderes europeos están intentando llenar ese vacío “, dijo el cofundador de Microsoft a los más de 200 filántropos reunidos de forma virtual.

La inacción de Estados Unidos erosiona el tipo de relación, la admiración y confianza que la gente ha tenido en nosotros como país “, agregó Bill Gates, quien explicó el papel clave de la OMS en la lucha contra la viruela y poliomielitis.

Sin embargo, Gates dijo que “la racionalidad reaparecerá en algún momento” y espero que Estados Unidos trabaje con otras naciones e intensifique la forma de acción, como lo hizo con la viruela, malaria, poliomielitis y el VIH.

Aunque el virus seguirá siendo una amenaza hasta que infecte a la mayoría del mundo, Gates dice que es optimista sobre los resultados iniciales de las tres vacunas candidatas contra el coronavirus (elaboradas por Moderna, AstraZeneca y Johnson & Johnson).

No obstante, la verdadera prueba será la fabricación y distribución de la vacuna final ya que el mundo necesita más de 10.000 millones de dosis para aplicarla al 80 % de la población (siendo la estimación actual del porcentaje necesario para alcanzar la inmunidad colectiva).

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El trabajo en torno a la vacuna

 El visionario tecnológico, Bill Gates, estimó que es una tarea factible para los próximos dos años si las vacunas candidatas de AstraZeneca y Johnson & Johnson tienen éxito, sin embargo,  el proceso de fabricación prolongado exigiría una coordinación en la distribución de la vacuna.

“Una de las razones por las que estamos tan involucrados en esto es que no deseamos que las primeras vacunas lleguen a los países con las mejores ofertas”, explicó Melinda Gates. “Hay 60 millones de trabajadores de la salud en el mundo y ellos merecen recibir primero la vacuna, son quienes están en primera línea manteniéndonos a todos a salvo.

Posteriormente se deberá nivelar de acuerdo a las poblaciones de los países. Aquí en Estados Unidos, los afroamericanos son quienes deberían recibirla primero y los indígenas, así como las personas con síntomas subyacentes y posteriormente los ancianos”.

La pareja, cuya Fundación Bill y Melinda Gates ha comprometido más de 350 millones de dólares (mdd) para combatir el coronavirus, planea utilizar dos organizaciones, sin fines de lucro ( el Fondo mundial para la lucha contra el VIH/SIDA, la tuberculosis y la malaria, además de la Alianza de Vacunas) con el fin de ayudar a distribuir equitativamente las terapias y vacunas para los países en desarrollo.

A principios de junio su fundación prometió 1.600 mdd adicionales para ayudar con la misión más amplia del Fondo Mundial durante los próximos cinco años. De igual forma, Bill y Melinda Gates reiteraron su apoyo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) con la que han trabajado durante dos décadas.