Nicolás Botero, director de Fedeseguridad, señala que este medio será clave para la reapaertura económica y no se puede excluir a la mayoría de la población que lo usa.
Más que por el despegue de las transacciones digitales, que se dispararon por las medidas de distanciamiento social en Colombia y muchas partes del mundo, las transportadoras de valores están preocupadas por la estigmatización del dinero en efectivo, el cuál consideran clave para la reactivación económica.
“No pueden satanizar el efectivo, lo que se necesita es que todo el mundo pueda pagar”, dijo a Forbes Nicolás Botero, director de Fedeseguridad, gremio del que hacen parte Atlas, Brinks y Prosegur. “Los colombianos estamos viviendo cambios en nuestros comportamientos que han acelerado la migración a medios de pago virtuales. Los beneficios que estos métodos traen son innegables, sin embargo, estamos cayendo en el error de desconocer las preferencias, ventajas y relevancia del efectivo en nuestra economía”.
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En Colombia, según el Reporte de Sistema de Pagos del Banco de la República, todavía un 80% de los pagos se hacen en efectivo y apenas un 20% se hacen en otros medios, por ello compañías como Visa, Mastercard y pasarelas de pago, han venido encabezando campañas de inclusión financiera para que más personas tengan acceso a medios digitales de pago.
La Organización Mundial de la Salud ha aclarado que el dinero en efectivo no tiene riesgo de contagio de Covid-19. No obstante, los medios electrónicos de pago permiten el acceso a más productos financieros; expertos consultados por Forbes coincidieron que está más que probado cómo los sistemas de pago menos dependientes del efectivo impulsan el crecimiento económico.
Pero para Botero, no es justa la creciente sensación de detrimento sobre el efectivo, en vez de revisar que en medio de la emergencia “es el único medio de pago que llega a cualquier población del país sin importar si es rural, urbano o estrato socioeconómico”. Por ello considera que restringir los pagos en efectivo o generar resistencia en su uso por contagios, puede resultar en una exclusión de una importante parte de la población, incrementando los problemas sociales de esta situación extraordinaria.
Desde Fedeseguridad reiteran que los distintos medios de pago pueden convivir y que el efectivo es uno “a prueba de errores. En catástrofes naturales, ciberataques o crisis políticas y económicas, la circulación de efectivo se mantiene ininterrumpida”.