Por el momento, el país mantiene el grado de inversión. La calificadora de riesgo afirmó la nota de Colombia en Baa2, equivalente a BBB en otras escalas, con perspectiva estable.
De acuerdo con el Ministerio de Hacienda, la agencia calificadora de riesgo Moody’s Investors Service afirmó la nota crediticia de Colombia en Baa2, equivalente a BBB en otras escalas, con perspectiva estable. Con esta decisión, el país mantiene su grado de inversión por las tres principales calificadoras, en medio de la coyuntura del coronavirus.
Vale decir que las otras dos calificadoras tienen las siguientes notas para Colombia: S&P Global (BBB-) y Fitch Ratings (BBB-). Para César Arias, director de Crédito Público y Tesoro Nacional, “esta es una nueva señal de respaldo de los mercados financieros al manejo prudente de nuestra economía y la respuesta oportuna a la emergencia sanitaria”.
No obstante, Arias indicó que “no hay lugar para la complacencia. Este voto de confianza de los inversionistas nacionales y extranjeros también genera grandes responsabilidades para mantener nuestro posicionamiento privilegiado en los mercados de deuda”.
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Para Moody’s, la calificación del país es el resultado de un balance entre las fortalezas crediticias derivadas de una economía grande, dinámica y resiliente, una tradición de políticas macroeconómicas predecibles y un sólido historial de cumplimiento de sus obligaciones de deuda, frente a los desafíos que imponen una alta dependencia de las materias primas, una base de ingresos fiscales limitada y una estructura del gasto público rígida.
Según la calificadora, los principales desafíos que tiene el país respecto a la calificación están relacionados con reactivar el crecimiento económico y mantener el compromiso de las autoridades con la reducción del déficit fiscal y la estabilización de la trayectoria de la deuda pública.
Por último, de la recuperación de las tasas de crecimiento cercanas al potencial estimado de 3,5%, el incremento de los ingresos gubernamentales, el fortalecimiento del marco de política fiscal y el retorno a una senda decreciente y sostenida del déficit fiscal y del endeudamiento público, dependen futuras mejores calificaciones del país.
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