El director del Departamento Nacional de Planeación, Luis Alberto Rodríguez, le dijo a Forbes que al sumar los cuatro programas sociales existentes, son 7 millones de hogares los que se benefician (cerca de 25 millones de personas).

Además de los programas sociales de transferencias monetarias existentes como Familias en Acción, Jóvenes en Acción y Colombia Mayor, ante la llegada inesperada del coronavirus y sus efectos en la sociedad y la economía, el Gobierno Nacional comunicó en marzo el adelanto de la devolución del IVA a los hogares más vulnerables y la creación del Ingreso Solidario.

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Pese a múltiples retos que ello conlleva, en estas dos últimas medidas uno de los protagonistas en medio de la coyuntura ha sido el Departamento Nacional de Planeación (DNP) porque además de trabajar en el diseño de estas, ha tenido que implementarlas en poco tiempo.

A la fecha, con la ampliación de cobertura gracias al Ingreso Solidario, cerca de 25 millones de personas en Colombia reciben alguna transferencia del Estado. Esto se traduce en 7 millones de hogares, según le explicó a Forbes, Luis Alberto Rodríguez, director del DNP.

“De repente después de la pandemia, tocaría revisar cuántos de los hogares se quedan por fuera, pero no creemos que se deban universalizar las transferencias del Estado”, dijo el funcionario al referirse a la viabilidad de una renta básica en Colombia que, de contemplarse sería exclusivamente para los hogares más vulnerables del país.

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En línea con lo anterior, aseguró que no estaría de acuerdo en que en una posible renta básica se quiten las condicionalidades de los programas, “hay evidencia empírica de que la condicionalidad ha tenido impacto positivo en los indicadores (…) son recursos que están condicionados para que los niños vayan al colegio, a vacunarse, a la universidad y eso da acumulación del capital humano, tan importante como apoyar el consumo de los hogares”.

Vale decir que la compensación del IVA consiste en un giro bimestral de $75.000 a un millón de familias vulnerables del país. La medida tiene un costo cercano a los $500.000 millones y se prevé que durante este año se realicen cinco giros, a la fecha se está culminando el segundo.

Por su parte, Ingreso Solidario, que nació en medio de la crisis como apoyo a 3 millones de hogares en condición de pobreza y vulnerabilidad económica que no reciben ayudas de los programas sociales estatales ya descritos, consiste en un giro mensual de $160.000 que finalizaba en junio pero se extendió hasta diciembre. Con esto, el costo del programa ascendería a $4,5 billones.

De otro lado, Rodríguez comentó que debido a la pandemia la recolección de información del Sisbén IV en los municipios que faltaban, que se planeaba terminar en junio, se corrió por lo que se está recalibrando el cronograma para ver cuántos meses más les toma dicho proceso. No obstante, resaltó que se espera que el nuevo Sisbén quede listo este año.

Para el directivo, las regalías jugarán un papel fundamental en la reactivación de la economía. Indicó que con la reforma a dicho sistema que aún está pendiente de reglamentación, este sea más ágil y por ende sus inversiones. “Creemos que se deben hacer inversiones que sean intensivas en mano de obra y que por lo tanto impacten la reactivación y el empleo. Como sectores de infraestructura, construcción y vías terciarias”, agregó.

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Sobre este último punto, manifestó que están trabajando en un proyecto ambicioso con el Ministerio de Transporte “para darle acompañamiento a ellos para priorizar las vías terciarias en el presupuesto de inversión de la Nación porque es intensivo en mano de obra. Básicamente es impulsar lo que el Ministerio ha lanzado en Colombia Rural, ponerle recursos y priorización”.