La crisis del coronavirus también le pasó factura al emblemático establecimiento que durante más de cinco décadas sirvió sus tradicionales platos italianos en dicho punto. Sin embargo, mantendrán los domicilios.
El restaurante La Romana, con distintas sedes en la capital bogotana, por la crisis del coronavirus tuvo que cerrar dos de sus puntos, entre ellos el emblemático ubicado en la Av. Jiménez, tras cinco décadas de servicio e infinitas historias tejidas allí.
“Nos dedicamos a una actividad de contacto social y la coyuntura actual hizo inviable nuestro negocio. Por lo cual, nos vimos obligados a cerrar las sedes de la carrera 7 y Av. Jiménez”, explicó el establecimiento a Forbes.
Pese a la difícil situación, expresaron que conservan únicamente la sede de Chapinero “desde donde estamos atendiendo domicilios y desarrollando nuestro canal digital”.
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“Durante más de cinco décadas La Romana se ha especializado por ofrecer a sus comensales platos tradicionales con la más alta calidad y por la elaboración de su propia pasta fresca, panadería y pastelería“, describe la firma en su página web.
A renglón seguido indica que a través de los años ha sido testigo de los constantes cambios en el paisaje histórico urbano, convirtiéndose en protagonista del imaginario colectivo del patrimonio bogotano al conservar el ambiente clásico de los cafés de antaño. “Desde que amanece y hasta el final de la jornada La Romana espera ser siempre un paréntesis en la cotidianidad en torno a un café y a un completo”, concluye.
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En sus redes sociales, la firma dice “#LaRomanaSigueViva, gracias a todos ustedes que durante más de 56 años nos han apoyado (…) gracias a todos y cada uno de ustedes, aquí la seguimos luchando”.