El 88,5% de los recursos se obtendrían mediante ingresos corrientes del Estado y recursos de capital entre los que hay créditos internos, externos y donde entraría la enajenación de activos que daría $12 billones.
Según detalla el Ministerio de Hacienda, de los $314 billones que se contemplan para el Presupuesto General de la Nación (PGN) con vigencia 2021, $154,2 billones saldrían de los ingresos corrientes; $123,6 billones de recursos de capital; $17,3 billones de rentas parafiscales y fondos especiales y $18,7 billones de recursos propios de los establecimientos públicos nacionales.
Respecto a los ingresos corrientes, el Ministerio indica que estos tendrían un incremento nominal de 13,7% frente a lo registrado en 2020. Para la cartera, las mayores rentas de este tipo se explican por el repunte de la actividad económica que se espera para 2021, luego de su contracción este año debido a la pandemia del coronavirus.
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“El aumento esperado de los ingresos corrientes se hará sin elevar las cargas tributarias de los hogares y las empresas, toda vez que gravita en la recuperación de la economía y la eficiencia de la administración tributaria. El repunte de la demanda agregada en 2021, jalonado principalmente por la recuperación del comercio y el consumo, permitirá elevar los recaudos de impuestos indirectos de IVA y consumo”, dice el Ministerio.
La cartera añade que los recaudos por impuesto a la renta, IVA interno e Impoconsumo seguirán siendo los más representativos: 77,1% del total de los Ingresos tributarios de la vigencia 2021. En línea con la recuperación económica, se espera que el IVA crezca 42,4%, es decir $14,3 billones más que la suma proyectada para el cierre de 2020; con lo cual estos ingresos ascienden a $48,1 billones en 2021, y aportan 37% del total de la recaudación derivada de la actividad económica interna.
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Respecto a los recursos de capital que aportarían $123,6 billones (39,4% del total del Presupuesto), el Ministerio aseguró que estos estarán compuestos por desembolsos de crédito interno y externo ($64,1 billones); excedentes financieros, dividendos y utilidades de empresas de entidades descentralizadas ($8,4 billones); venta de activos ($12 billones); rendimientos financieros ($423.000 millones); reintegros ($92.000 millones); recuperación de cartera ($187.000 millones); recursos del balance ($12,3 billones) y otros recursos de capital ($26,1 billones).
Sobre los desembolsos de crédito que ascienden a $64,1 billones, de ese monto, $39,7 billones se obtendrán mediante operaciones internas de colocaciones de Títulos de Tesorería (TES) y $24,4 billones llegarán vía préstamos externos equivalentes a US$6.500 millones, “los cuales se espera sean financiados a través de emisiones en el mercado internacional de capitales y préstamos con los bancos de desarrollo multilateral y bilateral, en línea con una estrategia de financiamiento que busca diversificar las fuentes”.
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El Gobierno colocará bonos TES mediante el mecanismo de subastas equivalentes a $32 billones y los otros $7,7 billones se lograrán a través de las entidades del sector público. “La estrategia de financiamiento interno se apoya en el positivo comportamiento del mercado de deuda pública local, que a pesar de la pandemia ha mantenido una demanda acorde con los requerimientos contemplados en la programación financiera”, asegura Minhacienda.
No obstante, en el renglón de otros recursos de capital, que asciende a $26,1 billones el Ministerio dice que ese el monto restante que hace falta para asegurar la ejecución del presupuesto aprobado que se lograrían por otras fuentes de financiamiento específicas.
En línea con ello, detalla que “para la obtención de estos recursos se cuenta con cerca de 18 meses, durante los cuales se tiene previsto emplear una estrategia de financiamiento que, con fundamento en un monitoreo permanente de los mercados financieros, minimice el riesgo cambiario y el riesgo de refinanciación”.
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¿Optimismo?
Las cifras que presenta el Gobierno nacional en el proyecto de Presupuesto parecen un poco optimistas para algunos expertos debido a que los factores en los que se apalanca podrían ser complejos de alcanzar en 2021.
Según explicó Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, en su cuenta de Twitter “algunos riesgos que podría limitar el espacio de gasto: 1) un crecimiento económico inferior al 6,6% esperado por el gobierno para 2021, que luce alto, 2) un plan de enajenaciones por $12 billones en el mismo año, que luce ambicioso”.
Por su parte, el Observatorio Fiscal de la Javeriana, compartió en la misma red social que “el desglose de los ingresos del PGN del 2021 incluye $152 billones de ingresos tributarios, frente a $158 que se proyectaron para el 2020 antes del covid. Eso indica que el gobierno sustenta su propuesta en una recuperación casi total del recaudo, pese a incertidumbre de pandemia”.