La compañía pidió acogerse al proceso en la Superintendencia de Sociedades para salvar su operación.
La aerolínea EasyFly se acogerá a la normatividad que en existe en el país para los procesos de reestructuración de deudas y así poder seguir operando. Así lo informó el presidente de la compañía Alfonso Ávila, quien dijo que ya se elevó la solicitud ante la Superintendencia de Sociedades.
La decisión, según reportó EasyFly en un comunicado, se toma tras la dura situación que ha enfrentado el sector aéreo con las medidas impuestas por el Gobierno Nacional para atender la pandemia del coronavirus en el país. Esto, “unido a la fuerte caída del precio internacional de petróleo han causado grandes traumatismos”, agrega el documento.
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Tras cuatro meses de inactividad, la compañía informó que sus esfuerzos por garantizar la entrada de recursos, como la operación de vuelos chárter y de vuelos piloto, como el de Bucaramanga y Cúcuta, “han sido insuficientes para cubrir las deudas”.
Pese a esto, la compañía reiteró que continuará con normalidad la operación de vuelos piloto durante el mes de agosto y espera retomar sus operaciones en el mes de septiembre, según lo informado por el Gobierno, pues la situación “no afectará el normal funcionamiento de la compañía, ni la calidad de su servicio”, puntualizó.
“Estamos seguros de que con esta decisión y el compromiso de todos los que hacemos parte de EasyFly seguiremos cruzando los cielos colombianos, conectando las regiones de nuestro país”, manifestó Ávila.
EasyFly cerró el 2019 con más de más de dos millones de pasajeros, un crecimiento del 64 %, de acuerdo con cifras de la compañía, operando más de 53.000 vuelos anuales, en 44 rutas y 30 ciudades, con una presencia en el 72 % del territorio colombiano. Lo anterior, impulsado por la puesta en marcha de un plan de expansión con el que se modernizó la flota, se aumentó la capacidad operativa de la compañía y se amplió la red de nuevos destinos en Colombia.
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Con esta ya son dos las aerolíneas colombianas que se acogen a procesos de reestructuración para salvarse de la quiebra. La primera fue Avianca, que debido a sus deudas anteriores no tuvo opciones. En la región, la compañía chilena Latam, con operaciones en Colombia, también se acogió a este proceso en los Estados Unidos.