Durante los primeros seis meses del año, el resultado neto del sector fue de $1,1 billones. El desempleo y la falta de ahorros han impactado la adquisición de productos aseguradores, según el gremio.
De acuerdo con la Federación de Aseguradores Colombianos (Fasecolda), al cierre del primer semestre de 2020, el resultado neto de la industria fue de $1,1 billones lo que significó una caída de 14% frente al mismo periodo de 2019. Para el gremio, lo anterior se ha soportado en la rentabilidad de las inversiones que cubren las reservas de riesgos asumidos en periodos anteriores y en la menor siniestralidad.
Otro de los datos arrojados por Fasecolda es que las primas al primer semestre fueron de $14,26 billones, cifra que creció nominalmente en 1,1% anual y tuvo una contracción real de 1,1% con relación al mismo lapso del año pasado. Para el gremio, la disminución en la adquisición de productos aseguradores se ha visto influenciado por el desempleo, el aumento del crédito, la no disponibilidad de ahorros, entre otros.
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“La pandemia y las medidas de contención han tenido mayor incidencia en algunos ramos, como: rentas vitalicias (-33% nominal), desempleo (-13%), autos (-11%), Soat (-6%), sustracción (-6%), riesgos laborales (-2%), accidentes personales (-4%) y transporte (-1%)”, dijo Fasecolda.

Sobre la siniestralidad, el gremio aseguró que aunque los resultados a junio representan una disminución, los resultados reales se reflejarán al final de año “cuando se contabilicen todas las reclamaciones que, como consecuencia de la pandemia, no se han reportado”.
Con base en dichos resultados, Fasecolda comentó que la disminución de las primas durante el período y la reducción de los rendimientos financieros, además del desconocimiento del verdadero valor del costo de los siniestros, ofrecen un panorama preocupante para los resultados en la segunda mitad del año.
Pese a que el sector cuenta con solidez patrimonial que le permite contar con recursos suficientes para atender los siniestros que ocurran a sus usuarios en medio de la crisis, “la creación de cargas impositivas sobre las reservas del sector, atentan contra los recursos destinados para el pago de las reclamaciones de los riesgos asegurados”, dijo Miguel Gómez, presidente de Fasecolda.