De acuerdo con la corporación, este año se han elegido personas cercanas al Gobierno para dirigir la Fiscalía, Procuraduría y Defensoría del Pueblo poniendo en riesgo la independencia que deben tener dichos órganos externos de control frente al poder ejecutivo.
Transparencia Internacional manifestó este jueves “su profunda preocupación por la creciente concentración del poder en el Presidente de la República, en detrimento de las otras ramas del poder y de las libertades ciudadanas”.
De acuerdo con la corporación, aunque el poder ejecutivo por diseño institucional cuenta con amplia capacidad de decisión, su poder ha incrementado “en forma preocupante” en meses recientes. Entre las razones que atribuirían ello, según Transparencia Internacional, está la creciente cercanía del Gobierno a las mayorías en el Congreso. Además, el estado de excepción de emergencia económica que le dio facultades de legislador transitorio.
Lea también: Margarita Cabello es la nueva procuradora general de la Nación
Transparencia Internacional también indica que “se identifica un debilitamiento de las autoridades descentralizadas locales frente al gobierno central, y se han presentado acciones cuestionables del gobierno que afectan las libertades de expresión, participación ciudadana y acceso a información pública”.
En línea con lo anterior, la corporación dice que hay riesgo de pérdida de autonomía de los órganos que deben ejercer control sobre el ejecutivo. Sobre ello, expone que “durante 2020 se han elegido personas cercanas al gobierno para dirigir la Fiscalía General de la Nación, la Procuraduría General de la Nación, y la Defensoría del Pueblo, situación ante la cual se corre el grave riesgo de afectar la independencia que debe tener dichos órganos externos de control frente al poder ejecutivo”.
Lea también: Tras recibir caso Uribe, Fiscalía pide respetar el rol autónomo de la entidad
Para Delia Ferreira, presidenta de Transparencia Internacional, “durante la pandemia se ha identificado una tendencia de aumento de la discrecionalidad del poder ejecutivo en muchos países, sin embargo, nos genera una profunda preocupación que el sistema de pesos y contrapesos en Colombia se vea afectado también por cuestionamientos a la independencia de instituciones que precisamente deben vigilar y controlar su acción”.
Para Andrés Hernández, director ejecutivo de Transparencia por Colombia, “durante la atención a la pandemia ya se han evidenciado irregularidades en el uso de recursos públicos, y se han tomado decisiones cuestionables sobre la ayuda directa a grandes empresas. Un control débil y poco independiente, puede facilitar decisiones que favorezcan intereses particulares“.
Por último, Ferreira reiteró que “la discrecionalidad de los poderes ejecutivos en medio de la pandemia y para los procesos de reactivación económica, no son cheques en blanco para el uso de recursos públicos ni para decisiones fundamentales sobre el funcionamiento de la democracia”.