Mercado Libre demostró de que está hecha con su capacidad de respuesta en el auge del comercio electrónico disparado por la pandemia y el mercado la volvió la compañía más valiosa de América del Sur.

Nunca en sus más de dos décadas de historia Mercado Libre, la mayor plataforma de comercio electrónico en América Latina, había tenido tantos pedidos como en 2020.

El encierro por la pandemia produjo un salto en la adopción de transacciones digitales que en las últimas semanas los puso en el foco del mundo. Esto incentivó que su valor de mercado fuera escalando a pasos de gigante, duplicándose, hasta sobrepasar la barrera de los US$60.000 millones, quedando por encima de nombres de alto calibre como Dell, General Motors, Twitter y Spotify. Ahora, con un valor de US$52.000 millones, en América Latina, solo la supera la mexicana Coca-Cola Femsa, con un valor que rebasa los US$77.000 millones.

“Nos permitimos celebrar que un día, una empresa fundada por una serie de individuos que tenían menos de 35 años, que se preguntaban por qué no crear una empresa como la que veíamos en nuestros viajes, en la semana que celebrábamos sus 21 años, nos volvimos por capitalización de mercado la mejor empresa de la región”, le dijo en una entrevista exclusiva a Forbes Pedro Arnt, CFO de Mercado Libre. “Después de ese día nos dimos cuenta de que teníamos que volver a trabajar”.

Fundada en Buenos Aires en 1999, su CEO Marcos Galperín figura como el segundo hombre más rico de Argentina, con una fortuna que Forbes estima en US$5.1000 millones.

“Esta pandemia es una tormenta perfecta para que una empresa como Mercado Libre acelere su crecimiento en América Latina porque la combinación de servicios que ofrece es necesaria
para la supervivencia de los negocios”, le explicó a Forbes Danilo Kawasaki, vicepresidente y COO de Gerber Kawasaki Wealth & Investment Management. “Se ha posicionado no solo en comercio electrónico, sino en soporte web y servicios financieros, es una especie de Amazon, PayPal y Shopify bajo un mismo paraguas realmente poderoso”.

Pedro Arnt, CFO de Mercado Libre es miembro del equipo fundador de la compañía. Foto: Mercado Libre.

Mientras que otras plataformas experimentaron filas virtuales y extensas demoras en las entregas de los pedidos, esto no le ha pasado a Mercado Libre. “La fortuna les sonríe a los preparados, hemos podido ofrecer soluciones útiles, no porque fuimos rápidos, sino porque todo esto es consecuencia de que venimos invirtiendo en logística, en las billeteras digitales, en los sistemas de inteligencia artificial”, acota Arnt.

De hecho, describe a Colombia como el “performance estelar”, el mejor en toda la región, del último trimestre para la empresa, porque este mercado vio triplicar su volumen de ventas frente al año anterior.

Sin embargo, no faltan analistas que alegan que el precio de la acción, que se mantuvo mayoritariamente en más de US$1.000 y US$1.200 en el último mes, está muy encima de su múltiplo de ventas y de ganancias, sumando que la compañía está a punto de registrar su tercer año consecutivo con pérdidas.

“La historia siempre ha sido así, la acción a muchos les ha parecido cara, pero con mucha consistencia puedo decir que hay mucho crecimiento por delante, eso es lo que siempre ha justificado esas valuaciones agresivas”, indica el CFO de Mercado Libre. “Estamos convencidos que podemos crecer la facturación y las ganancias por muchos años”.

Es algo que ratifica Kawasaki, quien considera que si bien la acción sigue siendo cara “hay una razón para ello”, porque si alguien está buscando crecimiento “Mercado Libre debería estar en la parte superior de su lista”.

Uno de los mayores impulsos de la empresa ha sido Mercado Pago, su brazo fintech que es desde pasarela de pagos hasta billetera digital y que en el último trimestre reportado se hizo notar representando el 40% de los ingresos totales.

Aunque han establecido una alianza con PayPal, precedida por una inversión de US$750 millones, Arnt aclara que, si bien es un socio estratégico para cosas puntuales como remesas y compras internacionales, este no es un eje central de su apuesta financiera. “Es entender que hay cientos de latinoamericanos que no tienen acceso al modelo de la banca tradicional, la masificación de dispositivos móviles permite ofrecer un modelo de servicios financieros a muy bajo costo”.

Uno de los mayores obstáculos de esta vertical es la regulación. Quizás es fácil trasladar de un país a otro el pago con QR, pero no lo es tanto la posibilidad de participar en fondos de inversión colectiva, que funciona con éxito en su matriz, Argentina. Sin embargo, Arnt resalta que la regulación en América Latina ha sido inteligente y que los gobiernos han entendido que “demasiada innovación mata la regulación”.

Entre tanto, el camino de Mercado Libre no está despejado como hace años cuando era el único jugador. Ahora no hay fabricante o tienda minorista que no haya lanzado una tienda propia en internet; el ascenso de Rappi, la gradual entrada de Amazon y el fuerte interés de las ‘big tech’ en incursionar en el sector financiero, podrían ser un freno.

“Sería incongruente que en la gran oportunidad que existe de comercializar en línea y proveer inclusión financiera, decir que no hay competencia. Habrá competidores, siempre los hubo, va a ser una batalla”, expone Arnt. “Tenemos mucha confianza que seguimos enfocados en innovación y ejecución”.

Brasil, Argentina y México son los que más contribuyen a la facturación de la empresa, pero en adelante, Colombia, sede del más reciente centro de desarrollo tecnológico de Mercado Libre, tendrá más protagonismo.

“Creemos que el segundo semestre será el despertar de Colombia como mercado, pero también como base de mercado y exportación de servicios hacia el resto de la región”, revela el CFO de la compañía. “De pronto otras ciudades, además de Bogotá, podrían empezar a volverse centros de ingeniería y desarrollo para nosotros, estamos muy conformes con la inversión y los productos que se están haciendo allá, estamos tomando la decisión de que sea uno de los centros que más crezca en términos de desarrollo”.