Las aerolíneas renegociarán su deudas, reorganizarán su caja y transformarán sus operaciones. Expertos advierten que podrían perder participación de mercado.
En la mañana del 10 de mayo la junta directiva de Avianca anunció que se acogería voluntariamente al Capítulo 11 del Código de Bancarrota de los Estados Unidos. La decisión se tomó tras casi un mes y medio desde que el presidente Iván Duque declaró el inicio del confinamiento nacional. El impacto del covid-19 ya le pasaba factura a la empresa, por lo que entrar a dicho proceso era necesario ante el inminente impacto de la crisis.
“Los efectos del covid-19 nos han llevado a enfrentar la crisis más desafiante de nuestros 100 años de historia como compañía”, decía en su momento el CEO de Avianca, Anko van der Werff. “Creemos que, ante la suspensión total de nuestra operación de pasajeros y una recuperación que será gradual, entrar en este proceso es un paso necesario para hacer frente a nuestros retos financieros”.
Avianca como otras aerolíneas de Europa, Asia y África sentía los turbulentos vientos de la emergencia económica y social. El aumento de los casos, las restricciones en gran parte de los sectores productivos y el cierre de las fronteras eran quizás las razones que nublaban la operación de la industria área.
Y es que el impacto no excluía a ninguno de los jugadores del mercado. 16 días después del anuncio de la aerolínea, Latam confirmaba que una de sus opciones estaba precisamente en ese Capitulo 11. Ese día, el 26 de mayo, ya no era una sino dos aerolíneas -que operan en Colombia-, las que entraban a reorganizarse bajo un tribunal de Estados Unidos.
Así, tras un poco más de cuatro meses, Avianca y Latam buscaron nuevas fuentes de financiamiento para lograr continuar con su operación y reestructurar algunas líneas de negocio. La necesidad de Avianca estaba por 2.000 millones de dólares, mientras que la firma chilena plantea 2.450 millones de dólares.
Estas dos aerolíneas plantearon dicho plan de financiamiento, bajo un mecanismo de Deudor en Posesión (DIP). Este se basa en que las empresas avancen en un plan para pagar sus acreencias, al mismo tiempo que logran una liquidez y se garantiza su reorganización.
Y es por eso que ayer, después de algunos líos para continuar con su operación, el alto tribunal ya le dio vía libre a Avianca para que avance en su plan de financiación. Si bien Latam recibió esa aprobación hace un par de semanas, tras algunos ajustes en su propuesta, con la noticia se confirmó que las dos aerolíneas más grandes del país lograron cumplir un hito en un difícil año de operación.
“Con la aprobación de la Corte de los EE. UU. del financiamiento DIP, Avianca aumenta su liquidez financiera, otorgando respaldo a nuestras operaciones”, dijo el CEO van der Werff, quien celebró tras meses de preocupación por la operación de la aerolínea.
Con el anuncio del tribunal, la industria por ahora está a la expectativa para que se concrete una nueva hoja de ruta no solo para Avianca, sino también para Latam. Un camino que busca poner en marcha un plan organizado para que las aerolíneas se mantengan a flote, en un momento en el que siguen las pérdidas para toda la industria nacional.
En el caso de Avianca, por ejemplo, se vienen unas aprobaciones para los desembolsos de los dineros, para luego avanzar con el plan de reestructuración. El esquema de financiación, que incluye un Tramo A senior garantizado de 1.270 millones de dólares y un Tramo B garantizado subordinado de 722 millones de dólares, busca mejorar de fondo a un corto y mediano plazo la liquidez de la empresa.
Del total de los 2.000 millones de dólares, se incluyen aproximadamente 1.200 millones de dólares de nuevos fondos (881 millones de dólares en el Tramo A y 336 millones de dólares en el Tramo B). Estos dineros, si bien aún están para desembolso, son la esperanza para que la aerolínea concrete su plan de vuelo. No solo en el país, sino a nivel internacional.
¿Ya no hay turbulencia en el camino?
“La aprobación legal de todo lo que se venía hablando ayuda a que se de una nueva inyección de capital, con renegociación de deudas. Lo que buscaba Avianca es no ser liquidada y no caer en quiebra, sino seguir operando. Ese es el objetivo principal, y unas condiciones especiales”, explica Omar Suárez, gerente de estrategia de renta variable de Casa de Bolsa.
El analista destaca que de fondo viene un proceso para que la compañía retome su marcha y logre ajustar su liquidez. “De hecho, uno puede concluir que la aprobación del DIP reduce los riesgos a que se liquide”.
Uno de los puntos que ha expresado Avianca, de cara a todo su proceso de ajustes, es que el objetivo es preservar las operaciones y asegurar la conectividad en Colombia. Hoy la empresa atiende el 50% del mercado, por lo que obtener esos 2.000 millones de dólares ayudarán a que el sector aéreo logre una reactivación consolidada.
En esa línea, si bien aún se conoce en detalle quién le prestará el dinero a la empresa, la aprobación del alto tribunal abre la puerta para que Avianca disminuya gradualmente los efectos de la pandemia, así como aborde de manera integral los pasivos, arrendamientos, pedidos de aeronaves y otros compromisos.
“Vendrán unos plazos para reestructurar la deuda. Lo que viene es una recomposición del capital. Es muy positivo para el negocio aéreo, también por la importancia de Avianca en el mercado nacional”, añade Andrés Moreno, analista bursátil.
Los expertos coinciden que tanto Avianca como Latam lograrán, con la aprobación del DIP, sortear los obstáculos a corto plazo. Sin embargo, advierten que será inminente una reducción en sus colaboradores, teniendo en cuenta que de fondo no se podrá operar al 100% como niveles precovid.
A esto se suma que el viernes pasado la Superintendencia de Sociedades reconoció la autorización de financiamiento de Latam, por lo que en esta turbulencia, este el último paso para que las filiales en Colombia de la compañía puedan proceder a la siguiente etapa de la reorganización y reestructuración de su deuda, que es la presentación del plan de reorganización dentro del proceso del Capítulo 11”, le confirmaron desde Latam a Forbes.
Y añadieron: “Este paso en el proceso de reorganización del Grupo Latam les permitirá a sus filiales asegurar su futuro a largo plazo al reorganizar sus balances financieros, transformar sus operaciones y redimensionar la compañía para adaptarla a la nueva realidad. El siguiente paso para la compañía es presentar el plan de reorganización dentro del proceso del Capítulo 11 para su aprobación”.
¿Y si no hay préstamo del Gobierno, qué?
Aún no es claro si el Gobierno Nacional le prestará los 240 millones de dólares a Avianca – antes 370 millones de dólares -. El crédito está condicionado a lo que defina un tribunal en el país, pero aún no se descarta un plan b de llegar a requerirse esa ayuda.
Así lo confirmó hace unos días el viceministro de Hacienda, Juan Pablo Zárate, quien destacó en varios medios de comunicación que “lo mejor para la economía colombiana es participar en esa operación para que Avianca tenga alguna probabilidad de salir adelante”.
Aunque todavía no se han barajado todas las cartas, analistas destacan que de no lograrse dicho crédito, ya hay algunos inversionistas que podrían respaldar a la aerolínea en caso que el Gobierno no preste la plata.
De fondo los expertos añaden que en la misma aprobación del DIP se aclara que no se esta sujeto solo al Gobierno Nacional, sino a otras fuentes de financiamiento. Todavía no es claro, sin embargo, qué sucederá en ese préstamo ya que Tribunal Administrativo de Cundinamarca mantuvo la semana pasada las medidas cautelares que frenan el crédito.
La recuperación viene, pero se reconfigura el mercado
El exviceministro de Transporte, Andrés Chaves, explicó que la crisis por el covid no tiene en jaque a una sola aerolínea, sino a todas las del mundo. El exfuncionario advirtió que en este complejo panorama, el país mantiene una industria sólida que posiblemente se reconfigurará con los procesos de reestructuración que se adelantan.
Esa misma opinión la tiene el analista bursatil Moreno, quien detalla que una distribución de mercado, en la que Avianca pierda participación, es un escenario muy probable de cara a la situación que enfrenta.
“Puede que lleguen nuevas aerolíneas, se den nuevas rutas, y ahí Avianca sin duda perderá mercado. Y eso es bueno, porque hace que la industria nacional sea más sólida”, dice.
Por ahora los expertos creen que será clave la hoja de ruta que definan las empresas en medio de su ajuste de cuentas y la reestructuración. Dicen, además, que el impulso y las inversiones de la industria serán claves de cara a la reactivación nacional y regional a la que le apunta el país.