La región de 650 millones de personas verá su economía contraerse más del 9% este año, la pobreza volverá a los niveles de 2005.

Reuters.- Cuando el coronavirus llegó a Chile y acabó abruptamente con el trabajo de Lorena Rodríguez, la niñera de 47 años tomó la dolorosa decisión de empeñar sus joyas -regalos de décadas anteriores- para tener dinero en efectivo.

Al igual que más de la mitad de los latinoamericanos, trabajaba en el sector informal cuidando a dos niños en una zona de lujo de la ciudad costera de Valparaíso, pero viviendo sin apuros con unos ingresos que con los de su marido llegaban a unos 700.000 pesos (905 dólares) al mes.

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De repente, preocupados por el riesgo de que Rodríguez se contagiara en el viaje en autobús, la familia dejó de darle trabajo en marzo.

Sin contrato, no podía recibir beneficios como el subsidio de desempleo o el apoyo social, pese a que vive en uno de las países más ricos de la región. Un pago de emergencia de 100.000 pesos (126 dólares) del gobierno pronto se agotó, obligándola a acudir a la casa de empeños.

“Era como algo ya de último, como acudir a esto”, dijo Rodríguez, quien cambió sus anillos y pulseras por un préstamo de 340.000 pesos para mantenerse ella y su marido, un miembro retirado de las Fuerzas Armadas.

Tenía un trabajo estable, podía vivir bastante bien, sin preocupaciones por los menos (…) Creo que esto nunca termina“.

Millones de personas de las clases medias de América Latina están siendo arrastradas de nuevo a la pobreza, porque el Covid-19 ha dejado expuesta la fragilidad de las redes de bienestar y la falta de recursos financieros de los gobiernos. El mercado laboral de la región se ha visto más afectado que en cualquier parte del mundo.

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Tras el estancamiento económico y las crisis de la década de 1980, América Latina había visto prosperar su clase media gracias al auge de las materias primas que impulsó el crecimiento en la década de 2000 y ayudó a sacar a 60 millones de personas de la miseria.

Ahora, la región de 650 millones de personas verá su economía contraerse más del 9 % este año, según estimaciones de la ONU, el peor desplome de la actividad en el mundo en desarrollo.

La pobreza volverá a los niveles de 2005

Muchos economistas afirman que la crisis ha puesto de manifiesto la indiferencia de América Latina frente a debilidades que son históricas: la dependencia de sectores de baja productividad como la minería y la agricultura, la incapacidad para incorporar más trabajadores a los empleos formales y la falta de sistemas fiscales eficaces para redistribuir la riqueza concentrada en una pequeña élite.

“Esta crisis debe servir como un llamado de atención para que nos movilicemos contra las disparidades y brechas que han redundado en un mundo cada vez más frágil”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Felipe Sola, en una reciente reunión del G20.

Según Asier Hernando, director regional de la organización benéfica Oxfam, la pandemia podría empujar a 52 millones de personas más a la pobreza y dejar a otros 40 millones de desempleados. Las mujeres y los grupos indígenas se verán especialmente afectados.

“Lo que pasa con América Latina es que no tienes colchón. Si caes, caes mucho”, dijo. “Eso puede romper el contrato social de la región y pudiera suponer unos años de enorme conflictividad social”.