La reorganización de Panaca volvió a poner sobre la mesa la situación financiera de los parques temáticos y de diversiones. Millonarias inversiones están en juego, en un momento en el que los empresarios siguen pidiendo un salvavidas del Gobierno.

El negocio de los parques temáticos y de diversiones en Colombia aún siente los efectos de los casi seis meses de confinamiento. Las restricciones en las principales ciudades del país los llevó a cerrar sus puertas desde el pasado 25 de marzo, por lo que la crisis generalizada del sector se ha agudizado desde el inicio de la cuarentena nacional.

Aunque 15% de los complejos han retomado sus operaciones, tras el aval del Ministerio de Salud, el panorama todavía no vislumbra una recuperación a niveles precovid. Ángela Díaz, presidenta de la Asociación Colombiana de Atracciones y Parques de Diversiones (Acolap), le contó a Forbes que en octubre se espera que se llegue a un 40% de operación, una cifra muy por debajo de las expectativas de los empresarios y la cual no saca de aprietos a los más de 400 parques que hay en el país. 

Cifras del gremio detallan que a hoy ya se registran pérdidas superiores a los $500.000 millones en todo el sector. La cifra obedece a la nula venta de tiquetes, los altos costos de operación y los gastos que han tenido que asumir las empresas al mantener su operación cerrada.

“Las medidas del Gobierno implicaron el cierre total de las operaciones, es decir, cero ingresos. Hemos visto una pérdida en el empleo superior a 60%, y una recuperación muy paulatina porque la caja quedó fuertemente lastimada”, advirtió Díaz.

Los costos de mantenimiento, las nómina y las obligaciones que se han asumido en estos meses son quizás las razones por las cuales varias empresas no han logrado sucumbir de la crisis. Algunas, de hecho, han tenido que cerrar definitivamente sus operaciones, mientras que otras se han acogido a un proceso de salvamento empresarial, una opción para organizar su caja, preservar su operación y normalizar sus relaciones crediticias. 

Esta alternativa, por ejemplo, la tomó el Parque Nacional de Cultura Agropecuaria (Panaca), que ayer logró entrar oficialmente a reorganización empresarial. Con esta decisión, la Superintendencia de Sociedades le ordenó entregar en los próximos 10 días una actualización del inventario de activos y pasivos, incluyendo las acreencias que completó la empresa. 

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“Después de 193 días de cierre y de total suspensión de nuestras actividades de turismo y educación debido a la pandemia, estamos prestos a un proceso de reorganización y reactivación con un concepto filosófico mas vigente y con esperanza sobre oportunidades futuras. Tenemos fe en que saldremos adelante y estamos muy agradecidos con todos los que incondicionalmente nos han apoyado”, aseguró Jorge Ballen Franco, presidente de Panaca.

Si bien la empresa se enfrentará a este proceso, se confirmó que no se cerrarán las puertas. Panaca abrió al público el pasado 25 de septiembre, por lo que seguirá prestando sus servicios acogiendo todos los protocolos de bioseguridad. Hoy, incluso, genera alrededor de 600 empleos directos y más de 9.000 empleos indirectos.

“Panaca ha sido un parque luchador. Se ha podido recuperar de épocas difíciles, y seguro saldrán adelante. Los veo con una visión importante de lo que quieren hacer. Es un proceso que los llevará a un camino de recuperación”, explicó Díaz, quien advirtió: “La situación de Panaca refleja la difícil situación a la que se ha enfrentado el sector”

Pero las buenas expectativas de este parque temático de cara a iniciar una reorganización no mejoran la situación que enfrenta la industria. Esta semana, Eduparques, la empresa detrás de Divercity, anunció su cierre definitivo en Bogotá al argumentar que su crisis financiera se agudizó por los meses en cuarentena. La noticia confirmó su salida del mercado local, pues en agosto la compañía clausuró su establecimiento en el Centro Comercial Santafé de Medellín.

“Lo mismo pasó con el cierre de una cadena chilena de centro de operación familiar, que al ver lo que implicaba ver un cierre tan largo, hicieron cálculos, y decidieron que no podían operar bajo una esta nueva realidad. Eso les implicó el cierre”, dijo Díaz.

Bajo este panorama, desde la industria se añade que se necesitarán incentivos tributarios y legislativos para que se logre una recuperación a corto y mediano plazo. No obstante, en medio de este camino, Acolap advierte que ahora los parques se encuentran en el dilema de cerrar su operación o reorganizar sus operaciones.

Se estima que tras el impacto de la pandemia, aproximadamente 30% de los parques desaparecerán: no solo por las restricciones que aún se mantienen, sino por la falta de caja para implementar, por ejemplo, las medidas de bioseguridad en sus parques.

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¿Cuáles son las salidas?

Los empresarios del sector confían que el Programa de Apoyo al Empleo Formal (Paef) siga siendo una ayuda importante para el desarrollo del negocio. La ayudas a la nómina les permitirá avanzar en su recuperación, pero será fundamental, según Acolap, que se sigan suministrando esos beneficios desde el Gobierno.

Otra de las propuestas que se vienen gestando es que en la Ley de Turismo se vuelva permanente la exención a la sobretasa de energía. Además, que en el sector financiero se logren acceder a los préstamos para mejorar la liquidez de operación, destacó Díaz.

“Vemos importante que se de una negociación en los arriendos, y que todas estas medidas vayan en caminadas a mejorar la caja de las empresas. Por su puesto, también que la reducción en los pagos de impuestos puedan ser prolongadas”, concluyó.