El Comité Intergremial de Bogotá y Cundinamarca advirtió que se debe respetar el derecho al trabajo de los ciudadanos. Recordaron que están en juego miles de empleos ante un posible rebrote y nuevo confinamiento.
El Comité Intergremial de Bogotá y Cundinamarca hizo un llamado para que las marchas y protestas programadas para mañana 21 de octubre se realicen de forma pacífica, respetando la institucionalidad y el derecho al trabajo de los ciudadanos.
“Se recomienda a sus líderes reportar activamente las posibles infiltraciones o información sobre actos vandálicos que puedan afectar la jornada. La pandemia que enfrenta el mundo y Colombia por el virus del covid-19 debe ser tenida en cuenta en el marco de la jornada, ya que la aglomeración de personas puede ocasionar una reactivación del brote y con él, la pérdida de todo el esfuerzo y trabajo que se ha realizado en Bogotá”, dijeron a través de un comunicado.
El Comité Intergremial recordó que no es momento de ignorar las medidas de bioseguridad, renunciar al distanciamiento social y olvidar que el virus sigue presente.
“Los bogotanos han hecho un esfuerzo importante por mantener controlada la tasa de contagios, permitiendo que de a poco se reactive el empleo de miles de personas y de esta forma, se garantice el bienestar de sus familias”, advirtieron.
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Para los empresarios, el no acatar las medidas del Distrito podría ocasionar un nuevo cierre generalizado de la ciudad. Esto generaría un deterioro de la economía capitalina, “y por ende, del bienestar de sus ciudadanos”.
Según proyecciones de la Secretaría Distrital de Hacienda, un nuevo cierre tendría un retroceso en el tercer trimestre del año de al menos 4,2%.
Y es que se alerta que no es posible un freno en las actividades productivas, pues se podrían perder muchos empleos. Según sondeo de la Cámara de Comercio de Bogotá, los comerciantes han hecho un esfuerzo descomunal por volver a la normalidad y son optimistas de cara a los próximos meses: el 52% de los encuestados consideran que en los próximos tres meses las ventas de sus negocios serán mejores o mucho mejores y que en definitiva un nuevo cierre de la ciudad podría poner en jaque su funcionamiento a futuro.
“Reconocemos el derecho legítimo a la manifestación social e invitamos a que la misma
también reconozca la necesidad de los ciudadanos para realizar sus actividades diarias sin
afectar el proceso de control de contagios”, concluyeron.