Ser más competitivo en materia logística, de capital humano y diversificar la canasta exportadora para ofrecer más productos a dicha potencia económica, los desafíos que tiene el país para atraer más recursos, independiente del partido político que ocupe la Casa Blanca.

Dado que Estados Unidos es el principal socio comercial de Colombia, que representó el 28,6% del total de los US$39.501,7 millones que exportó el país el año pasado al mundo según el Dane, y además juega un rol importante en la lucha contra el narcotráfico y otros asuntos, es normal que Colombia se preocupe por el perfil de quién asume la dirección de la Casa Blanca.

Pese a que ya mucho se ha hablado de cuáles serían las implicaciones para el sector económico y empresarial del país tras un nuevo periodo presidencial en Estados Unidos, vale la pena además revisar cuáles son los principales retos de Colombia para hacerse más atractivo ante dicha nación, independientemente del partido de turno en el salón Oval.

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Los desafíos y oportunidades

Según expertos, la tarea siempre está un poco más del lado de Colombia, en términos de poder diversificar su matriz productiva para poderle exportar mucho más a un país tan rico como Estados Unidos. Así, uno de los retos importantes es empezar a producirlos y distribuirlos.

En línea con lo anterior, Javier Díaz, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), comentó que la guerra comercial y la crisis por la pandemia han generado una disrupción de las cadenas globales de valor, migrando a procesos de comercio más regionales donde Colombia tiene una oportunidad para cubrir los vacíos en la oferta de productos, aprovechando el TLC con EE. UU.

Díaz añadió que los productos agrícolas, agroindustriales y manufacturas textiles y de plásticos pueden apoyar la diversificación de las exportaciones colombianas a dicho mercado mediante “encadenamientos productivos y acumulación de origen con países con quienes Colombia ha suscrito acuerdos comerciales como es el caso de la Alianza Pacífico o la CAN”.

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Desde la visión de María Claudia Lacouture, directora de la Cámara de Comercio Colombo Americana, (AmCham Colombia), las oportunidades que tiene el país para hacerse más atractivo ante el mercado estadounidense “están más atadas a lo que hagamos nosotros por tener las mejores relaciones a que el nuevo gobierno estadounidense tenga algún interés particular”.

Para Lacouture, dado que una potencia como EE. UU. tiene diversos intereses entre los que está el déficit comercial, la batalla con China, el desarrollo tecnológico y sus alcances, entre otros, “lo que suceda país por país son temas de relaciones bilaterales que nos ocuparán más a nosotros que a ellos. ¿Necesitan los texanos o los californianos nuestros productos? Tal vez sí, pero no vendrán si no los buscamos”.

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Por su parte, José Ignacio López, jefe de investigaciones económicas de Corficolombiana, aseguró que el reto sigue siendo más estructural y es que “Colombia continúa teniendo un atraso muy importante en infraestructura logística y de capital humano que hace difícil pensar que realmente podemos beneficiarnos mucho de ese interés, pero ese interés va a estar ahí mirando qué oportunidades hay”.

Los cambios tras un nuevo periodo presidencial

En este punto, los expertos consultados por Forbes coincidieron al decir que independientemente de la persona electa -el demócrata, Joe Biden, o el republicano, Donald Trump-, la relación comercial entre Colombia y Estados Unidos se mantendrá estable, complementaria y de beneficio para ambas naciones. Sin embargo, podría variar el enfoque de la agenda y prioridades, detalló Lacouture, de AmCham Colombia.

Continuando su idea, la directiva planteó que “la región esperaría que Biden tenga una mayor preocupación en el desarrollo latinoamericano como contraposición a la migración, a procurar una inversión productiva, a la transferencia de tecnología y la diversificación en las relaciones”.

Tras una victoria de Trump, se mantendría la línea que se lleva, con especial interés en los asuntos de drogas y la lucha contra el narcotráfico, “al igual que el apoyo a la inversión a través de “América Crece” donde hay un apoyo enfocado principalmente en los temas de infraestructura, energía renovable y procesos productivos sobre todo en las áreas del conflicto armado o de narcotráfico”.

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En distintas ocasiones, los expertos han asegurado que en términos económicos las elecciones en EE. UU. inducen a la volatilidad en los mercados financieros. Lo anterior, porque se percibe un mayor riesgo en las inversiones. Además, los anuncios de Trump suelen mover también los precios del crudo y más aún en la coyuntura por la covid; es decir, los comicios impactan al país más por vía mercados financieros y tasa de cambio que en sí, en lo estructural del comercio exterior.

Según Díaz, de Analdex, “para una nación pequeña como la nuestra, resulta benéfico que las disputas se resuelvan en derecho y no por la fuerza. La guerra comercial nos ha perjudicado, al ver caer la demanda de productos básicos con alta proporción de nuestras exportaciones”. Para el experto, al país le conviene más un triunfo demócrata con una política más proclive al multilateralismo.

Por último José Ignacio López, de Corficolombiana, destacó que la relación bilateral va a seguir con un rumbo similar y estará por tres puntos: la lucha contra el narcotráfico; el tema de Venezuela dado que Colombia se ha vuelto un país receptor de inmigrantes, y debido a la institucionalidad y cercanía que tienen Colombia y Estados Unidos, es un punto geopolítico muy importante. Tercero, la relocalización de empresas norteamericanas que buscan mayor cercanía geográfica.