De cara al 2021 el reto de países, ciudades y pueblos es convertir sus territorios en espacios que ponen la tecnología al servicio de las necesidades de los ciudadanos. ¿Cómo lograrlo?
Gobiernos, empresas y medios de comunicación de todo el mundo ya han establecido, implícitamente, que los temas foco en la agenda del 2021 serán la reactivación y recuperación económica en las diferentes escalas en las que estas puedan darse, luego de haber vivido este 2020 el año más difícil en los últimos 100 años de historia.
En medio de ese panorama, uno de los retos que tienen las instituciones es el de conectar a las personas con productos, servicios y experiencias, sin que sea indispensable la presencialidad, buscando siempre mejorar su calidad de vida. Por eso, es importante que desde ya se empiece a hablar de la creación de territorios inteligentes: ciudades, pueblos y países, en donde el Gobierno, los ciudadanos y el sector privado se integren, en donde la conectividad sea la base de la infraestructura y la tecnología el medio para suplir las necesidades de las personas y del mercado.
ETB, una de las empresas colombianas que desde hace unos años, ha venido trabajando con las ciudades del territorio nacional, continua por este camino para esta nueva realidad y explica que esa “inteligencia” de los territorios debe reflejarse especialmente en siete áreas: “la infraestructura, el ambiente, la salud, la educación y el gobierno, la movilidad, la seguridad y la atención al ciudadano”, dice Camilo Andrés Olea, vicepresidente de Empresas y Ciudades Inteligentes de esa organización.
El protagonismo de las empresas tecnológicas en torno a ese nuevo contexto es inminente “tenemos el compromiso de brindar una plataforma de alta tecnología estable y confiable, para que las ciudades tengan información analítica en tiempo real, que les permita a los gobiernos tomar decisiones más rápidas y acertadas”, agrega el ejecutivo.
A continuación, algunos ejemplos de iniciativas que se adelantaron este año en Bogotá en conjunto con ETB y que seguro servirán de referencia para otras regiones del país de cara al 2021:
- Salud inteligente
En un trabajo conjunto con la Secretaría Distrital de Salud, para dar seguimiento a los casos de coronavirus en la capital, la empresa lanzó el sistema “Doctora Clara”, que a través de un chatbot permitía identificar los casos positivos de Covid-19 y monitorear el estado de salud de los afectados. Usando llamadas de voz, mensajes de texto y mensajería instantánea, se ha dado atención a al menos 4.500 casos graves de esta enfermedad.
- Movilidad inteligente
Dos iniciativas (cámaras salvavidas y armarios inteligentes), basadas en un sistema tecnológico de cámaras y sensores, les han permitido a las autoridades de Bogotá tener información en tiempo real sobre lo que está pasando en las vías de la ciudad para reaccionar con rapidez.
En este proceso ETB ha cumplido el rol de prestadora de una red sólida que facilita la conectividad digital. Gracias a esto, actualmente se pueden monitorear las vías con mayor flujo de vehículos, saber en dónde se alcanzan mayores niveles de velocidad y tomar decisiones que permitan salvar más vidas.
- Seguridad inteligente
La conexión de alta velocidad se ha convertido en un activo necesario en todas las áreas. En este caso, ETB dota Centro de Comando, Control, Comunicaciones y Cómputo (C4), punto clave de la seguridad en Bogotá, de una plataforma capaz de procesar grandes volúmenes de datos en tiempo real.
- Atención al ciudadano
Realizar un trámite, pagar sus obligaciones fiscales o solucionar un problema son algunas de las actividades que más comúnmente realizan los ciudadanos y que ya no pueden seguir dependiendo de los grandes edificios y las largas filas. Por eso, el Distrito ha puesto en marcha, junto a ETB, canales que permitan dar solución a estos temas.
Uno de ellos es la línea 195, la más consultada, que permite acceder a toda la información sobre la Administración Distrital vía telefónica, chatbot y videollamada. Por otro lado, la Línea Púrpura, creada con el objetivo de darle apoyo psicosocial y orientación jurídica a mujeres víctimas de violencia doméstica, ha servido para que la Administración atienda a la población y tome medidas al respecto para garantizar su seguridad.
Durante la pandemia, por ejemplo, hubo un incremento del 230 % en las llamadas a la Línea Púrpura, “esta es una muestra de que un desarrollo tecnológico puesto al servicio de la comunidad puede cumplir su labor de manera efectiva”, concluye Camilo Andrés Olea.