Juan Cento, presidente regional de FedEx Express para Latinoamérica y el Caribe, explica a Forbes la posición de la compañía frente a los desafíos del coronavirus y la innovación tecnológica.

Para que un cargamento de flores sembradas en Antioquia pueda estar al día siguiente adornando un evento en Miami, una de las pocas opciones que se tiene es montarlo en un avión de Fedex.

A mediados del año pasado, esa firma logística le apostó a crear un vuelo de carga directo entre Miami, Bogotá y Medellín, que sale seis veces cada semana y que exporta diariamente desde Colombia productos perecederos como café, pescado, frutas y vegetales, moviendo desde entonces cerca de 20 millones de libras de carga transportadas.

Como el COVID-19 aceleró la adopción de canales de comercio electrónico, los camiones y los aviones de Fedex han visto movimiento.

“Es interesante ver que los países alrededor del mundo se dieron cuenta que ofrecemos un servicio esencial”, dijo en entrevista a Forbes Juan Cento, presidente de FedEx Express para Latinoamérica y el Caribe. “Países que habían cerrado sus operaciones localmente o en sus fronteras, nos han reconocido como un servicio esencial apoyando las economías”.

No obstante, aunque la demanda de los consumidores bloqueados se ha disparado, también lo han hecho los costos relacionados con el coronavirus, desde personal adicional hasta una limpieza más profunda de instalaciones y vehículos. Otros gigantes del transporte como UPS y DHL también han sentido la presión en sus operaciones.

Una de las ventajas que pueden tener en Fedex es la capacidad de su infraestructura para poder acompañar la distribución de las eventuales vacunas para combatir el coronavirus. “Tenemos cerca de 100 almacenes de frío para poder aportar la distribución de estas nuevas vacunas que esperamos que salgan pronto”, señala Cento.

Así mismo considera que Fedex está “bien posicionada” para apoyar el desarrollo de la economía colombiana, en la que se espera que el comercio electrónico mueva US$6.000 millones hacia 2022.

Uno de los mayores desafíos que tendrá la compañía es tener tecnología de punta para garantizar la continuidad del negocio a medida que la logística se transforma. Amazon, que tiene más de 30.000 camiones y 80 aviones, se visiona como un gran jugador del sector.

Fedex, que tiene más de 40.000 camiones y 600 aviones está probando la automatización y otro tipo de vehículos para afrontar esa nueva realidad.

“Se está desarrollando una necesidad de mover productos con control de temperatura y uso de drones, buscando cómo operar más eficientes. Tenemos un robot en prueba que estamos probando en tres ciudades de Estados Unidos, en diferentes sectores podremos hacer entregas sin tener que usar un vehículo o un humano”, concreta Cento. “Estamos entre las empresas más avanzadas para poder usar drones hasta en áreas rurales. Para nosotros es importante entender que el cliente que tenemos hoy no es el cliente tradicional”.