Para Luis Alberto Moreno, exdirectivo del Banco Interamericano de Desarrollo, el país debería encarar las reformas desde ya, independiente de cuándo entren en vigencia, porque "es la manera más responsable de pensar en el futuro de Colombia".

Salir de la magnitud del choque que enfrentó Colombia por el coronavirus este año no será una tarea fácil, como tampoco lo será abogar a la crisis para intentar pasar el próximo año en el Congreso las reformas que requiere el país, entre las que están la tributaria, laboral y pensional, discusiones que se han venido aplazando incluso antes de que la pandemia llegara.

Sobre este y otros temas que le competen a la economía colombiana y latinoamericana, Luis Alberto Moreno, expresidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), habló con Forbes. Respecto a la necesidad de las reformas, Moreno explicó que aunque se empieza a ver la luz al final del túnel -dado los recientes anuncios de las farmacéuticas sobre la eficacia de las candidatas a vacunas-, eso hace parte de la solución, pero no es lo único que se debe hacer.

Lea también: Vacuna de Pfizer llegaría al país en el primer semestre de 2021: Minsalud

En línea con lo anterior, aseguró que “el corto plazo se volvió el largo plazo”, al referirse a las reformas. Para él, hoy por hoy hay que pensar en qué tipo de ajustes estructurales se requieren para que cuando el país salga del túnel (crisis) sepa dónde va a estar. Las reformas “van a permitir una recuperación más rápida, estas van a ser centrales”, agregó al decir que “el país debería encarar esas reformas desde ya”, independiente de cuándo entren en vigencia.

Otro de los puntos que están en el radar es el relacionado al rebote económico que se espera para la economía nacional el próximo año. Sobre este aspecto, Moreno comentó que en la medida en que los colombianos mantengan la disciplina en las medidas de autocuidado, y si no se tiene un rebrote del virus, “no tengo duda de que vamos a tener un repunte el año entrante, mejor de lo que muchos economistas imaginaban”.

Lea también: Recuperación de la economía se empezaría a ver en 2022: equipo técnico del Banrep

El experto dijo que “es muy fácil hacer todo tipo de escenarios a la baja cuando uno ve la fotografía de los primeros meses, pero en el momento en que la economía empezó a reabrir, rápidamente se empieza a notar la actividad económica y el estímulo fiscal del Gobierno, el cual debe responder frente a lo que al consumo refiere”.

En sus palabras, un rebrote sería “terrible para la región porque dos cosas tendrían que pasar”: tocaría volver a un confinamiento, lo cual supone que el Gobierno tiene que hacer un mayor gasto fiscal porque “esto es como una guerra, decía Macron, cuando uno está en la mitad de la guerra no le quita la gasolina al ejército que lo está defendiendo”. Así las cosas, habrá que mantener las ayudas a los que más lo requieren (empresas y personas).

Lea también: ‘Descuadre’ en las cuentas de Minhacienda: más deuda y más déficit fiscal

Lo segundo que menciona es que ello desencadenaría en mayores incrementos de la deuda de los países que por ejemplo, para Colombia se espera que este año rondaría el 66% del PIB (alrededor de $660 billones). “El cálculo que nosotros hacíamos en el BID era que la deuda en América Latina iba a pasar de enero de este año -que era un poco menos de 60% sobre el PIB- a casi un 75% en 18 meses”.

Sin duda, el papel del comercio exterior tras la crisis actual no podía quedar fuera de la conversación. Para Moreno habrá que aprovechar el conjunto de áreas que se despejan con la relocalización de empresas estadounidenses que, por cuenta de las tensiones entre China y Estados Unidos, podrían encontrar que su producción sería más resiliente estando más cerca de su mercado. Para él, eso no va a pasar sino en aquellos países de la región en donde las economías están lo suficientemente abiertas y con grandes inversiones en logística.

Lea también: El ‘reset’ a las estrategias del comercio

Lo otro a priorizar en esta materia tiene que ver con ordenar las relaciones con la Organización Mundial del Comercio (OMC) “sobre todo el acuerdo aún pendiente acerca de los temas no arancelarios que significan muchísimo en cuanto a la facilitación del comercio”. Además, se deberá mejorar la competencia de los países en digitalización. “Yo veo un proceso de globalización mucho más apoyado en lo digital y eso significa que tenemos que hacer enormes inversiones en la ampliación de la banda ancha en zonas rurales”.

Moreno complementó lo último en mención haciendo referencia a un estudio que hicieron cuando él estaba en el BID, el cual mostraba que cerca del 50% de los latinoamericanos no tenían acceso a banda ancha, bien por falta de acceso o por el costo tan alto para los quintiles más bajos de la población a quienes esto puede representar 10% o 15% de su ingreso. Esta, una de las tareas pendientes.

Para finalizar, explicó que economías como la colombiana “solo pueden ser más grandes en la medida en la que su comercio exterior sea más grande, eso depende de qué tan abierta es la economía y permita que hayan esos flujos de comercio”. Moreno añadió que hay que seguir profundizando los actuales tratados de libre comercio (TLC), “creo que viene un proceso de regionalización mucho más profundo, de intercambios regionales y creo que Colombia tiene enorme potencial”, pero también cosas por hacer en dicha materia.