La compañía ya vende sus productos a nivel nacional, pero aspira a internacionalizarse y a tener un ‘marketplace’ para aumentar sus ventas digitales, tras obtener el tercer lugar en la Copa Chocó del Emprendimiento.

Con conocimientos ancestrales heredados de su abuela, Claudia Fabirys estaba buscando hace tres años una forma de fortalecer el emprendimiento de productos capilares que había venido construyendo. A Santiago, su papá, se le ocurrió ponerla en contacto con la química farmacéutica Dignory Ruiz. Se pusieron una cita y desde entonces son socias.

En Quibdó, Dignory y Claudia fundaron Herencia Eco una firma de producción cosmética basada en plantas que habitan en la selva chocoana como guácimo, suelda con suelda y escoba babosa que poseen propiedades humectantes, de hidratación, de suavidad para el cabello y de crecimiento del folículo capilar.

Inicialmente tienen una línea de champús, pero entre sus planes está también fabricar cosméticos que cubran las necesidades para el cuidado de la piel nutriéndose, de forma sustentable, de la biodiversidad chocoana y de los conocimientos ancestrales.

“Lo más motivante a emprender es el amor a nuestra región, queremos demostrar que en el Chocó si se puede y que, con tan majestuosa riqueza biodiversa, podemos hacer maravillas”, expresó Dignory a Forbes.

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Ella llevó ese mensaje a la Copa Chocó del Emprendimiento, obteniendo el tercer lugar, al sustentar cómo en plena pandemia pudieron incrementar sus ventas mes a mes por medio de más de 20 distribuidores a nivel nacional y el comercio electrónico.

“Desde el inicio nos visualizamos estar entre los finalistas de la copa”, complementa Ruiz. “El premio económico es de gran valor porque nos ayudara a fortalecer la parte financiera, pero lo más valioso para nosotros en poder crecer a través de las mentorías que obtendremos con personas de alto conocimiento y especialistas en el tema del emprendimiento, estamos más que felices y agradecemos enormemente a todos los que participaron para que fuera posible esta gran iniciativa”.

Herencia Eco construyó en Quibdó una planta cosmética que en marzo de este año obtuvo certificación del Invima y tiene un centro de experiencias en el que los usuarios pueden probar y adquirir los productos.

“Queremos crear un ‘marketplace para que los productos lleguen más fácil”, alega Dignory Ruiz. “Uno de nuestros propósitos es transformarnos de emprendimiento a empresa de talla internacional, mostrando con ello que aprovechar de manera sostenible y sustentable la biodiversidad del Cocó genera recursos extraordinarios, rompiendo así con el paradigma de la pobreza y marginalidad de nuestro departamento”: