La empresa, que vende pasteles chocoanos en Quibdó, se prepara para llevar su propuesta a otras ciudades tras obtener el primer puesto en la Copa Chocó del Emprendimiento.

Con una herencia familiar cargada de técnicas de adobo para el ahumado en barbacoa, carne de cerdo curada y encurtido de verduras, Diana Mosquera le dio vida hace unos años a la nueva etapa de la empresa familiar que vende pasteles chocoanos.

Fue en una clase de plan de negocios del Sena, ideando productos, cuando quiso llevar a la clase muestras de pasteles. “Todos los que llegaron oler el pastel, me hacían pedidos”, dice Mosquera a Forbes.

Con Doña Ana Típico Chocoano, Diana se montó la semana pasada al escenario del auditorio de la Universidad Tecnológica del Choco a exponer un ‘pitch’ sobre la propuesta de negocio, llevando a los jurados una muestra. Una hora después, estaba subiendo de nuevo al escenario al anunciarse que había ganado el primer lugar de la Copa Chocó del Emprendimiento 2020.

“Fue una experiencia transformadora, no es lo mismo, hacer un plan de negocios y presentarlo a una entidad que va a medir riesgo según la idea y las cifras plasmada en un documento, que presentarte ante un grupo de empresarios, que viven el día a día de sus empresas y todo el tiempo toman decisiones de riesgo”, comenta Mosquera.

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Muy cerca a la Catedral San Francisco de Asis en Quibdó y del malecón que colinda con el Río Atrato, el restaurante Doña Ana vende pasteles de longaniza, de carne ahumada, de queso y cerdo, tradicional de cerdo y tradicional de pollo por montones.

Ahora, que recibirán capital y mentoría de alto nivel, aspiran a poder llevar sus pasteles a las ciudades más grandes de Colombia a través de ventas en supermercados en formatos congelados y la expansión de puntos propios, que podría considerar el apalancamiento de tecnología por medio de cocinas ocultas.

Foto: Doña Ana Típico Chocoano.

“Nos dimos cuenta de que la colonia chocona y toda diáspora afrodescendiente en Colombia, añora la comida tradicional con la que crecieron, de ahí nació la idea de tecnificar el producto para llevarlo a supermercados”, dice Diana, hija de Ofelia y familiar de Ana, las cocineras tradicionales que inspiran el negocio.

Esta emprendedora expresa que la motiva que el pueblo al que pertenece “ha sido de grandes luchas y desafíos” y a pesar de ello “siempre ha conservado su alegría. “Pocos de sus hijos hemos sido bendecidos con la capacidad y oportunidad de transformar las realidades que se viven. Esa es mi mayor motivación, evidenciar a mis coterráneos que lo nuestro es valioso, y de ello se pueden crear estructuras generadoras de bienestar para todos”.

Por ello en la industrialización y tecnificación del proceso, su intención prioritaria es mantener la producción en Quibdó para reiterar el componente social de generación de bienestar y empleo en su comunidad. La empresa Doña Ana Típico Chocoano está lista para escalar como la embajadora de la cultura gastronómica del Chocó.