Para el presidente de Asobancaria, ello solo sucedería a menos de que sea respaldada por un banco central y "tenga condiciones de transparencia", de lo contrario no porque podrían ser usadas para actividades delictivas.
A pocos días de dejar la presidencia de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria), Santiago Castro habló con Forbes sobre los retos que le deparan al gremio de bancos, los avances de la entidad desde que asumió su dirección en 2015, las reformas que se avecinan para el país, entre otros temas como las criptomonedas, activos que se han venido abriendo camino en otros países -incluso junto a nombres de grandes del sector como Visa-.
Precisamente, sobre el último tema en mención, el actual directivo de Asobancaria dijo que no ve que el sistema financiero colombiano esté cerca de dar un paso hacia la aceptación de criptomonedas, “a menos de que sea respaldada por un banco central y que tenga condiciones de transparencia (…) Mientras no estén respaldadas por una entidad oficial y tengan el anonimato, podrán ser usadas para actividades delictivas y ese siempre será su gran talón de Aquiles y su imposibilidad de ser autorizadas formalmente”.
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Pese a que actualmente avanza un proyecto piloto del sandbox de la Superfinanciera para probar operaciones cash-in (depósito de recursos) y cash-out (retiro de recursos) a nombre de plataformas de intercambio de criptoactivos, utilizando productos bancarios del sistema financiero, Castro explicó que se pueden tener exploraciones sobre criptoactivos, pero hay que “esperar en las criptomonedas a que haya una reglamentación a nivel nacional. En ese tema nos suscribimos a la línea que dé nuestros reguladores y supervisores, que hasta ahora nos prohíben transar en criptomonedas”.
Sobre las reformas que requiere el país, unos de los temas que se esperan sean discutidos en el Congreso en 2021, Castro compartió lo que para él son los elementos clave que debe tener una tributaria y laboral. Sobre la primera reiteró que no se pueden seguir subiendo los impuestos a las personas jurídicas porque ya son más altos que el promedio de América Latina, pero “tampoco se podría a personas naturales porque tendríamos salida de capitales, entonces, deberíamos concentrarnos en los impuestos indirectos y uno de ellos es el IVA“, devolviéndolo a los sectores más vulnerables.
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Para el directivo, sin dudas, hay que revisar las exenciones tributarias para ver cuáles ameritan y cuáles no. No obstante, resaltó que se va a tener que actuar con “mucha mesura porque si se hace el próximo año, estaríamos haciendo una reforma tributaria en medio de pandemia”. Además, dijo que la meta de recaudar 2 puntos del PIB ($20 billones) en la siguiente tributaria es “una meta inspiracional, no tengo la seguridad de que se vaya a lograr” porque el 2021 es un año preelectoral.
En términos laborales, el presidente gremial indicó que hay que buscar caminos para una flexibilización laboral que nos permita atraer más inversión y recuperar más rápido el empleo perdido. En este frente, pero más relacionado a si el salario mínimo debería ser decretado por regiones, Castro respondió que habría que revisar la propuesta y aunque resaltó que no es algo sobre lo que tengan una opinión definida, “es un tema que veo complejo en su implementación, porque si la persona se mueve o hace teletrabajo desde un departamento tendrá un salario, pero si lo hace desde otro cambiaría, yo no lo veo viable”.
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El directivo también destacó que para el próximo año el reto de la agremiación -como el de muchos otros-, es acompañar el proceso de reactivación. En sus palabras, la tarea urgente es apoyar la recuperación de empleos y poder dar sostenibilidad al crecimiento económico y empresarial. Entre los pendientes, aunque se logró con dos años de anticipación superar la meta de inclusión financiera, “no podemos dormir en los laureles, hay que seguir trabajando por incluirse financieramente al 14% de los adultos en Colombia que faltan por ser bancarizados”.
Para complementar lo anterior, resaltó que se necesitará seguir trabajando en nuevos productos con el Gobierno y con las telcos en una mayor cobertura de datos en todo el territorio nacional. Además, profundizar los temas de educación financiera mediante el Ministerio de Educación.
Otra de las tareas que quedan para los próximos años es “enfrentar el dramático incremento, del sobreuso del efectivo en Colombia. Tenemos que tomar medidas de carácter restrictivo para que ciertas transacciones no se puedan hacer con efectivo, hay que seguir promoviendo los medios de pago electrónicos que son los que le dan transparencia a la economía, le aportan historia crediticia a los usuarios y los que realmente intermedian los recursos para que estos puedan financiar el desarrollo del país y de los hogares colombianos”. Para él, hay que restringir el uso de efectivo en transacciones de alto monto, en pagos de impuestos, en operaciones en notarías, entre otros.
Por último, Castro resaltó que durante los seis años de trabajo en su dirección gremial dejaron una asociación moderna, un gremio que logró convertir todas sus aspiraciones. En temas de inclusión financiera y educación financiera su equipo logró dejar un documento de política pública en esta materia, firmado por el presidente Iván Duque. “En temas de sostenibilidad hemos sido reconocidos como la asociación bancaria más verde de América Latina, hemos accedido a recursos del fondo verde del clima, siendo el único gremio financiero que lo ha hecho hasta el momento”.
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Destacó también el Finlab, el primer laboratorio financiero de un gremio en América Latina, el trabajo con tecnologías de punta como la biometría que le ha reportado al sector 99% de disminución del fraude a nivel presencial y el Csirt financiero, que es el centro de respuesta para incidentes cibernéticos, el primero en la región, y un ejemplo para los demás sectores, destacó.
“Si a eso le añadimos el desempeño durante la pandemia, donde en términos de cartera o PIB opacamos cualquier esfuerzo que ha hecho cualquier banca en la región, estamos orgullosos de los resultados de estos seis años”, concluyó Castro.